La Comisión Nacional de Trabajo Agrario puso recientemente en vigencia una normativa que obliga a los productores de todo el país a disponer de exigentes normas laborales para los trabajadores temporarios, conocidos popularmente como “golondrinas”. Las cámaras productivas locales pusieron el grito en el cielo, argumentando que son “imposibles de cumplir en lo inmediato” y desde la Subsecretaría de Trabajo de la provincia buscan consensuar una propuesta alternativa que se adecue a los cultivos intensivos de la región. Los empresarios ven con buenos ojos que los municipios colaboren económicamente para construir la infraestructura necesaria para albergar a los obreros.

Ayer, representantes de los principales sectores productivos de la provincia, gremios y como anfitrión el subsecretario de Trabajo, Luis Salcedo Garay, desmenuzaron punto por punto la propuesta local que se asemeja a la Resolución Nacional 011 que, entre otras exigencias, contempla un lugar de residencia adecuado para los obreros con cocina, baño, y también la entrega de elementos de seguridad -por ejemplo fajas-, ropa, etc. Todos los sectores coincidieron en que el contenido de los 28 artículos es “justo”, pero dijeron que “hoy por hoy difícil de cumplirlas”.

“Ninguno de los empresarios se niega a que los empleados tengan buenas condiciones de trabajo, pero debe haber un tiempo y un sentido de la oportunidad para aplicarlo”, explicó Ernesto Peñafort, vocero del sector empresario. “Hay cosas incoherentes dentro de esta resolución. Por ejemplo, nos exigen que le demos un equipo completo de ropa a un obrero que un día está acá y mañana en la finca de enfrente. Otra cosa, es imposible que de un día para el otro construyamos 100 viviendas”, se quejó Baltazar Sánchez, de la Cámara de Frutas y Hortalizas. Otro de los que se sumó a las críticas y recalcó la fuerte presión que recae sobre el empleador fue el titular de la Cámara Vitivinícola de San Juan, que dijo “estamos de exigencia en exigencia, pero yo me pregunto: ¿vamos a poder cumplir? Creo que lo que tiene que haber aquí es una coherencia en cuanto a lo que se pide y los tiempos que se dan para cumplirlo”.

Intertanto, Garay disparó un tiro por elevación que fue directo al seno de las históricas quejas del sector del campo sanjuanino: “Tienen que cambiar la cultura del trabajo rural.

Nosotros lo que pretendemos con esto es darle racionalidad a esta resolución, pero no podemos tirar la pelota afuera o mirar al costado. Lo que se debe haber de una vez por todas es un quiebre, porque después va a ser tarde”. El funcionario dejó en claro que los distintos organismos de contralor -Policía Laboral, AFIP, etc- serán implacables en la próxima temporada de cosecha.

Por su parte, los trabajadores estuvieron representados por miembros de la CGT y la voz cantante fue Rolando Valdez, que preside el Sindicato de Trabajadores de Manipuleo y Empaque de Frutas Frescas y Hortalizas de Cuyo. El sindicalista fue contundente en sus apreciaciones al decir que “nosotros podemos entender que es difícil de cumplir, pero no vamos a permitir que los obreros sigan durmiendo debajo de un árbol. Lo que pretendemos es que se avance un poco, pero no que busquen todo tipo de mecanismo para frenar la aplicación de esta resolución, porque pasan las temporadas y las normas siguen sin aplicarse”, se quejó el gremialista.