Buenos Aires, 23 de Marzo.- En un hecho histórico y sin precedentes en la historia moderna, el papa Francisco visita este mediodía a su antecesor, Benedicto XVI, en el Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, a 25 kilómetros al sur de Roma.
Según informó el vocero vaticano, Federico Lombardi, hubo un "abrazo lindísimo" y "un momento de altísima y profundísima comunión". Benedicto XVI, vestido de blanco, rezó junto a Francisco en un mismo banco de la capilla de la residencia. "Somos hermanos", le dijo el papa argentino.
Después de un vuelo de 20 minutos, Francisco aterrizó en el helipuerto de Castel Gandolfo -construido donde terminan los jardines de la residencia- y fue recibido por Benedicto XVI, el obispo de Albano, Marcello Semeraro, y por el director de las Villas Pontificias, Savero Petrillo.
El pontífice regresará a la Santa Sede después del almuerzo, a una hora que no fue precisada.
Es el primer encuentro cara a cara desde que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa, el 13 de marzo. Sin embargo, ya habían hablado por teléfono varias veces. Francisco llamó a Benedicto XVI justo después del cónclave y el día de San José. (El nombre de pila de Benedicto XVI es Joseph, José).
Histórico.Benedicto XVI, de 86 años, es papa emérito desde el 28 de febrero último, día en que renunció. Está recluido en el Palacio Pontificio sin contacto con el mundo exterior y dedicado a rezar por la Iglesia.
El encuentro entre un pontífice y su antecesor es algo impensado en los tiempos modernos, por los menos en los últimos 600 años. Y aunque es un encuentro de carácter privado, todos -incluidos periodistas de todo el mundo- esperan algún gesto del papa argentino .
El Palacio Pontificio de Castel Gandolfo alberga a los jefes de la Iglesia entre julio y septiembre de cada año desde 1655. En la ciudad, recostada sobre el lago Albano, sobran los recuerdos de los últimos papas, desde Juan XXIII y Pablo V hasta Juan Pablo II y Benedicto XVI.