A pesar de la relación tensa y distante que mantuvo con el gobierno central en la era K durante sus años como arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado, el papa Francisco recibirá mañana lunes en una audiencia especial a la presidenta Cristina Fernández.

La audiencia tendrá lugar a las 12.50 hora de Roma, 8.50 de Argentina, en la Casa Santa Marta, donde el pontífice reside en forma temporal hasta que se traslade a su departamento en el Palacio Apostólico.

Fernández de Kirchner viaja hoy a Roma junto a una comitiva de 12 personas para asistir este martes a la misa de entronización del nuevo Papa, a quien tras su elección le deseó una ‘fructífera tarea pastoral‘.

Será la primera audiencia de Francisco con un jefe de Estado, en lo que fue considerado un gesto de ‘cortesía y afecto’ del romano pontífice hacia la Argentina.

‘No será una audiencia formal de Estado, se trata de un gesto de cortesía, de atención hacia Argentina y su Presidenta‘, dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que precisó que es ‘natural‘ que si viene la presidenta de Argentina, el país del Papa, la reciba de manera ‘diferente‘ al resto las delegaciones que asistirán a la misa de inicio de pontificado, el 19 de marzo.

Será un encuentro ‘sencillo, sin protocolo‘, precisó Lombardi, que agregó que el pontífice almorzará con la presidenta en la Residencia de Santa Marta.

El miércoles, apenas conocida la elección de Bergoglio como Papa, la Presidenta envió un telegrama formal de felicitaciones. Sin embargo, después un sector del kirchnerismo, dividido en sus opiniones en relación con el pontífice, acusó a Bergoglio de ‘vínculos‘ con la última dictadura militar, que el viernes fue desestimado de modo contundente por el Vaticano.

La relación entre la Iglesia y el gobierno kirchnerista se manejó siempre por estrictos canales ‘institucionales‘, pero tomó visos de enfrentamiento en marzo de 2005, cuando Néstor Kirchner echó a monseñor Antonio Baseotto del Obispado Castrense. Kirchner y Bergoglio mantuvieron sólo un encuentro formal en agosto de 2004, además de otros dos ocasionales en 2006. Con Cristina Fernández la relación no fue tan tensa. Incluso ella misma admitió haber ‘disfrutado‘ de la movida que suscitó la audiencia que mantuvo el 28 de noviembre de 2009 con el ahora papa emérito Benedicto XVI, junto a su par chilena Michelle Bachelet.

La Presidenta recibió a la cúpula episcopal encabezada por el cardenal Bergoglio el 27 de noviembre de 2008, fue cuando la Iglesia le transmitió preocupación por las repercusiones laborales que conlleva la crisis financiera global.