Otro de los síntomas relativos a los problemas de piel son las rojeces. Es muy característico en personas tímidas y retraídas. Estas personas se sienten amenazadas por su entorno debido a que no tienen habilidades ni mecanismos de enfrentamiento; se sienten perseguidos aunque no sea real y sufren de miedo a que se les hagan daño o se los avergüence.
 
Este retraimiento interior provoca mucha angustia, y la presión contenida repercute en la piel en modo de rojeces localizadas.
 
Igualmente ocurre con las personas de piel seca, que tienen dificultades para hablar y expresar sus sentimientos.