Hinchas de River Plate protagonizaron anoche disturbios e incidentes con las fuerzas policiales, luego del banderazo al que habían convocado distintas agrupaciones políticas del club, en el estadio Monumental, para repudiar la gestión del presidente Daniel Passarella.
Los simpatizantes pretendían invadir las instalaciones del estadio, pero fueron repelidos por las fuerzas del orden, que los dispersaron con carros hidrantes.
Cuando los camiones comenzaron a lanzar agua con colorante sobre los manifestante, decenas de ellos ingresaron al predio donde se erige el estadio, saltando los portones y manteniéndose en el interior durante casi una hora, hasta que salieron por sus propios medios.
Previamente, muchos habían descargado su bronca hacia la prensa apostada en el lugar.
“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo…” fue el cántico preferido que enarbolaron los simpatizantes de River, reclamando contra los jugadores que a esa altura de la noche estaban recluidos en la concentración en el Hindú Club de Don Torcuato.
Luego el club quedó en soledad desde hacía varias horas. Incluso cuando por la mañana surgieron los primeros trascendidos sobre el banderazo, muchos empleados sacaron sus vehículos del estacionamiento y padres retiraron a sus hijos del Instituto Educativo que funciona en el club.
La concentración comenzó alrededor de las 17, dos horas antes de lo previsto, cuando una decena de simpatizantes llegaron hasta los portones de la avenida Figueroa Alcorta y colgaron una bandera que rezaba: “Esto es River y hay que dejar la vida” y otra que decía “Dejen la vida como nosotros”.
De a poco la gente se fue sumando y a eso de las 18 comenzaron los cánticos contra Daniel Passarella y el resto de la Comisión, además del ex presidente José María Aguilar.
Si bien no hubo cánticos directos en contra de los jugadores, fue colgada una bandera que decía “Nosotros nos jugamos la historia (por los hinchas), ustedes se juegan la vida”.
Todo era en paz, pero a medida que pasaban los minutos los ánimos se fueron caldeando y al cántico de “El club es de los socios” intentaron ingresar al club por la puerta de Figueroa Alcorta, hasta que fueron corridos por la infantería, que actuó rápidamente con carros hidrantes.
Pero finalmente, los simpatizantes y socios lograron forzar la entrada del estacionamiento e ingresaron al club para escapar de la represión policial.
Paralelamente, unos treinta hinchas se dieron cita en la puerta del Hindú Club, en Don Torcuato, donde está concentrado el equipo millonario y a donde se había acercado Passarella, y colgaron una bandera que decía “Matar o morir”.
Minutos más tarde se retiraron y ya no hubo más incidentes. De a poco se fueron dispersando al grito de “River no se va”, con la ilusión que la situación crítica se pueda revertir el domingo.