"Bienvenidos a la fiesta" invitó Rodolfo Mederos, porque "cada vez que la gente se reúne para disfrutar de un hecho cultural es una fiesta". Y así fue la velada del jueves en el Auditorio Juan Victoria, en la segunda función de Abono de Mozarteum, una fiesta con el más auténtico tango en la que los sanjuaninos disfrutaron la calidez y excelencia musical del bandoneonista.

Mederos fue guiando al público a través del concierto y en una frase pareció resumir su filosofía. "Ningún pueblo tendrá futuro si no memoria que lo sustente", dijo para presentar tres composiciones originales del 1900.

Clásicos de Troilo, Gardel, Campoamor, y por supuesto Piazolla, llenaron el Auditorio. La cumparsita, El choclo también La pulpera de Santa Lucía también deleitaron al público, que entusiasmado y terminó con una ovación para el músico, que estuvo acompañado por Armando de la Vega en Guitarra y Sergio Rivas en Contrabajo.