Que hasta el 2000, cuando murió Héctor Sánchez, el histórico conductor de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), tenían 10.000 afiliados y ahora apenas llegan a los 5.000, que antes tenían convenios con todos los prestadores de salud y acuerdos con más de 200 farmacias y ahora cuesta que un profesional de la salud atienda a un afiliado o una farmacia les reciba una receta y que los plenarios de delegados eran nutridos con la presencia de más de 100 dirigentes y que ahora brillan por su ausencia en las reparticiones públicas.
Con estos cruces y acusaciones tiene lugar la campaña electoral previa a las elecciones para renovar autoridades de la entidad gremial previstas para mañana (ver aparte) en la que se presentan dos listas. La Rosada Federal "Héctor Sánchez", que propone a la reelección por un tercer mandato a Hugo Leglise, que lleva a Cristóbal Carrizo como candidato a secretario general adjunto. La otra lista es la Blanca "Unidad y Recuperación", que proviene de la fusión de dos listas que participaron en los comicios del 2007, Jorge Rivero, que lideró la Lista Azul, y Sonia Espejo, que encabezó la Lista Marrón. El primero es candidato a secretario general y la otra es la postulante a su adjunta.
Leglise culpó a la pérdida de los afiliados a que desde la Lista Blanca promovieron las renuncias para perjudicarlo, pero Espejo le respondió que "los afiliados que se fueron fue porque las prestaciones dejan mucho que desear".
También Espejo criticó que "todo lo que el gremio tiene se adquirió cuando estaba Sánchez", con referencia a la sede de la calle Rivadavia y a un camping de 12 hectáreas, en la calle Maurín y 7.
Leglise contestó que "a mí me tocó recibir un gremio que estaba con la bandera de remate y ahora está saneado y no le debemos a nadie".
Lo que está en juego en estas elecciones es la conducción de un gremio que, con Sánchez a la cabeza, fue responsable de la filmación que le terminó costando el cargo al ex gobernador Jorge Escobar. Fue con un video obtenido en la finca El Fuerte, de Jáchal, en 1992, que constituyó el principal elemento de prueba que tuvo el juicio político contra el ex mandatario, que concluyó con su destitución.
También ATE tuvo protagonismo en julio de 1995 durante el llamado "sanjuaninazo", cuando un grupo de trabajadores estatales, disconformes por los recortes salariales, ocasionaron destrozos en la vía pública, quemaron una unidad de la policía y agredieron a pedradas una autobomba de bomberos.
Y es también el gremio que durante el Gobierno de la Alianza tenía el poder de paralizar la administración pública cuando convocaba a un paro y que ahora una convocatoria de ese tipo tiene una nula respuesta por parte de los empleados estatales.
En su defensa, Leglise dijo que "ATE es el gremio que ha iniciado todos los pedidos de recomposiciones salariales de los últimos tiempos" y muestra de ello apuntó que acaban de presentar un pedido de convocatoria a la Mesa de Relaciones Laborales para tratar en forma urgente el tema de los sueldos "por el impacto de la inflación en la canasta familiar".
El secretario general también lanzó una crítica a otros gremios, sin mencionarlos, "que andan atrás de un cargo en las listas para las elecciones de octubre".
"Nosotros en cambio estamos en la defensa de los intereses de los trabajadores" y sobre la posición para los próximos comicios dijo que "este es un gremio pluralista, no estamos con ningún gobierno" y aclaró que "tampoco le ponemos palos en la rueda al gobernador".
Espejo dijo finalmente que "si gana Leglise será con fraude".