Exactamente un año atrás comenzaba a operar de manera continua el sistema de radar IDS en el open pit de la mina Gualcamayo. Esto quiere decir que empezó a desarrollar sus funciones de alerta y monitoreo las 24 horas del día. Personal técnico de la mina jachallera comentó que desde que el sistema funciona permanentemente se han detectado 3 movimientos significativos que hubiesen generado un posible derrumbe. En esos tres casos, debidamente se alertó a la sección de Geomecánica de Open Pit y a Operación Minera, siguiendo el protocolo de acción. Es decir, se avisa que existe una zona en la que hay posibilidad de derrumbes y donde nadie puede acceder hasta que geomecánica revise, haga las pruebas pertinentes y autorice nuevamente a la circulación por dicha zona.
El instrumento que comenzó a emitir sus ondas de monitoreo en febrero de 2015, es capaz de detectar la presencia de objetos y medir la distancia entre el equipo y el objeto. Para determinar el movimiento, se emplea la comparación de la fase retornada, es decir, se realiza un cortejo de la señal electromagnética emitida para un área vigilada.
“Esto se mide en una misma distancia pero en instantes de tiempo diferentes, lo que permite tener una idea concreta y esencial de cualquier tipo de riesgo geológico”, explicaron fuentes técnicas de la compañía Minas Argentinas, subsidiaria de Yamana Gold.
Al tipo de técnica mencionada anteriormente se le denomina “Interferometría”, dicho sistema se asemeja a una parabólica que funciona a base de señales recibidas de emisiones de una antena que se mueve en el tiempo y que emite dichas señales en diferentes posiciones.
“Es un radar que funciona muy bien en distancias medias y largas, entre los dos mil y cuatro mil metros. La señal que emite divide a todo el espectro del open pit en celdas de resolución para identificar con precisión y detectar específicamente donde existe el peligro de derrumbe”, agregó la fuente.
Según la información técnica ofrecida por la empresa minera, las mediciones que realiza el radar son continuas (24 horas – 7 días de la semana) con movimientos de precisión sub-milimétrica a larga distancia y en tiempo real. A esto se le suma la corrección automática de las variaciones que pueden generar los efectos atmosféricos.
“Todos estos datos nos proporcionan la posibilidad de brindar una alerta temprana y la confianza de detectar los movimientos progresistas que eventualmente se pueden convertir en algún tipo de inestabilidad o derrumbe”, explicaron las fuentes técnicas. La minera informó a CUYO MINERO que el radar funciona en el yacimiento desde fines de 2014, sin embargo, fue en febrero de 2015 cuando comenzó a cumplir funciones de manera permanente.
En ese momento se incorporaron 4 técnicos en monitoreo, quienes actualmente se encargan de controlar y realizar el mantenimiento de toda la tecnología utilizada. El sistema que actualmente previene los derrumbes para ampliar la seguridad de los trabajadores de la mina jachallera tuvo un costo de 400.000 dólares. Lo que traducido en pesos, alcanzaría una suma aproximada de 5.600.000 millones de pesos.