Los sueños son para cumplirlos. Pero para ello hay que hacer méritos y en base al esfuerzo y perseverancia en algún momento llegan. Y allí es donde está el sanjuanino Emmanuel Mas, quien a su edad y por todo lo que luchó hoy está en la Selección Argentina y anoche jugó por primera vez ante su público en el estadio Del Bicentenario. Como siempre lo soñó y como anoche lo concretó.

Para el “Emma” no fue un partido más. Fue el anhelado. Capaz no fue en cuanto a su rendimiento futbolístico el esperado. Pero lo cumplió. Felicidad a medias si se miran los dos aspectos. Porque le costó controlar a Juan Guillermo Cuadrado por la izquierda y corrió de atrás varias pelotas, algunas las perdió y en otras no tuvo la suficiente convicción para salir airoso.

No obstante para los sanjuaninos, y sobretodo los hinchas de San Martín que lo vieron formarse en San Martín, llegar a Primera División, ascender a la máxima categoría, pegar el saltó a un equipo grande como San Lorenzo, ser campeón argentino, ganar una Copa Libertadores y completarlo con lo máximo para un futbolista que es jugar en la Selección albiceleste y más aun ganándose la titularidad. Todo ello es mérito suficiente para que Mas anoche haya tenido su partido especial desde lo emotivo.
Reconocido y aplaudido por la gente, fue el único que saludó a los sanjuaninos en la llegada a la provincia. Anoche fue local desde todo punto de vista. Ante su gente y con su gente.

Después tuvo un partido, en el que la Argentina lo ganó 3-0 con comodidad y haciendo el desgaste en el primer tiempo. Fue en ese parcial en donde más le costó la marca. Sobre los 7’ dio un mal pase, pero se levantó y recompuso de su mala acción para en el posterior desborde de Cuadrado se tiró de cabeza y evitó el centro. Esa es su característica y se aferró en marcar de cerca a uno de los estrategas colombianos.

Fue una de las parejitas de la noche pocitana, y le tocó perder más de las que ganó. Pero en ningún momento cuando lo desbordaron los visitantes generaron peligro.

Jugó bastante contenido y siguiendo bien de cerca a Cuadrado, casi como su sombra, más allá que cuando buscó desprenderse tuvo toda la convicción para llegar al fondo. Como sucedió sobre los 24’ cuando se desprendió del fondo, buscó la raya final, pero el lateral colombiano Arias le burló la intención.

Marcando debió cortar con infracciones, pero mucho tuvo que ver con que Angel Di María no lo ayudó y tuvo nula colaboración en la recuperación y presión sin pelota.

De a poco fue tomándole el tiempo al ritmo de los cafeteros, y lo plasmó a los 45 minutos cuando lo anticipó a Cuadrado y le ganó la pelota, fue un síntoma de estar metido, más allá que en el global de su rendimiento no tuvo su mejor noche y le costó la marca.
Y ya en el segundo tiempo, con la Selección 2-0 arriba, directamente se quedó en el fondo para evitar una sorpresa colombiana. Alternó en la recuperación, no se proyectó, pero en las pelotas detenidas se paró en el centro del área buscando el cabezazo certero. Siguió sufriendo la capacidad de Cuadrado, pero sin dejarle amplia libertad para herir.

En lo personal esperaba más, pero tuvo enfrente y jugador complicado y hábil, pero también se fue con su gran sueño cumplido: jugar en su San Juan.