La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) pidió ayer a los católicos argentinos dar gracias a Dios por el "coraje y valentía’ de Benedicto XVI para conducir la Iglesia en un mundo sujeto a "rápidas transformaciones", tras tomar conocimiento de su renuncia al pontificado. En tanto, el titular de la CEA, José María Arancedo, dijo que el sumo pontífice tomó la decisión "con mucha libertad y claridad", por lo que exhortó a "no buscar nada debajo del agua".

"Habiendo tomado conocimiento de la renuncia de Benedicto XVI como Obispo de Roma y pastor supremo de la Iglesia, invitamos a todo el pueblo de Dios que peregrina en la Argentina a dar gracias a Dios por el don tan grande del ministerio del Santo Padre en estos ocho años’, sugirió la CEA en un comunicado.

"Debemos dar gracias por su magisterio, sus escritos, sus catequesis, su testimonio de oración y contemplación, y su coraje y valentía para conducir a la Iglesia "en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe’, tal como él mismo lo describe’, dijo Arancedo.

Además, agregó que "creo que es prudente que renuncie y eso está previsto en el Código de Derecho Canónigo. Es un acto de madurez y mucha responsabilidad’. El titular de la Conferencia Episcopal dijo que "el mundo moderno tiene otras exigencias, y él tiene sus fuerzas debilitadas y entiende que, por el bien de la Iglesia, conviene que deje el ministerio petrino para que otro ocupe su lugar".