Finalmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia sanitaria global como consecuencia del avance incontrolado del virus del zika, para el cual no existen vacunas -están en la etapa experimental- para lo cual el organismo ha solicitado una respuesta internacional coordinada, de manera de aislar los casos para impedir la propagación de la enfermedad.
Si la OMS ha llegado a imponer este estado de alerta máxima mundial, es indudable la magnitud del contagio generalizado y más en el continente americano, donde se han registrado los mayores casos de zika, incluyendo a nuestro país. Hay enfermos en estudio que serían portadores del virus por contagios en zonas tropicales y se sospecha también de infectaciones autóctonas. Sólo en Brasil hay hasta ahora alrededor de 4.180 casos sospechosos de microcefalia, por lo que los bebés nacen con un cráneo más pequeño que la media, lo que ocasiona en muchos casos retrasos en el desarrollo.
La seriedad de la emergencia sanitaria la señala la propia decisión del organismo de las Naciones Unidas, luego de evaluar el problema. La última vez que la OMS declaró una emergencia sanitaria global fue en agosto de 2014 debido a la epidemia de ébola en África occidental. Antes lo había hecho por la gripe porcina, en 2009 y por la reaparición de la poliomielitis. Una regulación de emergencia obliga incluso a los países fuera de la región afectada a implementar medidas para evitar la presencia del virus.
El motivo de alarma internacional se debe al amplio número de casos y a su rápida expansión, ya que a fines de enero, 24 países de América confirmaron la presencia del virus y la potencial relación con el aumento de número de casos de microcefalia y otras anomalías neurológicas congénitas. El zika se encuentra activo sólo cinco días en el cuerpo como un simple resfrío, y es el período de consultar al médico, evitando la automedicación.
Pero lo importante es impedir el contagio y para ello todos debemos evitar la presencia del mismo mosquito que transmite el dengue o el chikunguña. Es el ‘Aedes Aegypti’, presente en la Argentina, que pica de día y que afecta a todos los segmentos de la sociedad, pero con particular impacto en la población de más escasos recursos.
Esta es una emergencia que debe crear conciencia colectiva.