Gonzalo Gordillo y su esposa Mónica no durmieron anoche. Pasaron la noche en vela, mirando a su hijo de 3 años y rezando para que la precaria construcción en la que viven no colapsara como consecuencia de los daños que sufrió producto del temblor del domingo.

 

Según contó el padre de familia, la casa está ubicada en la zona de La Cañada, en Albardón. Desde que se las prestaron, la vivienda fue sufriendo daños. “Durante una lluvia del año pasado se nos cayó parte de la piecita. La arreglamos como pudimos, pero ahora parece que se va a caer todo”, comentó el hombre.

 

Y detalló: “Durante el temblor se movió todo, las paredes se trizaron, se cayó parte del baño y los palos del techo se corrieron, se fueron para adelante, fue muy raro. Tenemos miedo de que se caiga todo”.

 

Gordillo, quien es obrero de la construcción, confesó que por su situación económica no puede alquilar ni tener acceso a una casa en buenas condiciones. Y sostuvo que “mi esposa está yendo a pedir ayuda al municipio desde hace tiempo, nos dijeron que nos iban a dar una casa, pero no pasa nada. Ya no sabemos qué hacer”.

 

Por otra parte aseguró que tras el sismo ninguna autoridad se acercó a ofrecerles asistencia.