El líder Real Madrid rescató ayer un agónico empate 1-1 ante su escolta y último campeón, Barcelona, en un clásico disputado en el estadio Camp Nou por la decimocuarta fecha de la Liga de España.
El equipo catalán saboreaba la victoria desde los siete minutos del segundo tiempo cuando el uruguayo Luis Suárez abrió el marcador con un cabezazo tras una pelota detenida que cobró el brasileño Neymar, pero el capitán del Real, Sergio Ramos, silenció el estadio a los 45’ mediante una conquista por la misma vía.
El conjunto de Madrid celebró con euforia un resultado que le permitió extender a 33 partidos su invicto en todas las competiciones oficiales y a 26 la racha de encuentros sin perder en la Liga, torneo en el que no pierde desde el 27 de febrero de este año (0-1 vs. Atlético de Madrid).
Después de aquella caída con el equipo de Diego Simeone, Real Madrid volvió a perder el 6 de abril con Wolfsburgo 2 a 0 en Alemania por la Champions League y desde entonces se mantuvo sin caídas, por lo que ayer quedó a seis partidos de igualar la mejor marca invicta de un equipo español, que ostenta justamente Barcelona desde la temporada 2015-2016.
El equipo ‘blanco‘ comanda la Liga actual con 34 puntos, producto de diez victorias y cuatro empates, y con una diferencia de seis unidades respecto del Barcelona, que tuvo servida la chance de rematar el derby luego de la apertura del marcador a cargo del uruguayo.
Por primera vez en los 32 clásicos que lleva disputados, Messi lució la capitanía en el conjunto ‘culé‘ pero la cedió a los 15 minutos del segundo tiempo cuando Andres Iniesta reemplazó al croata Iván Rakitic en su regreso a los campos de juego tras una lesión.
Antes del inicio del clásico, los jugadores de ambos equipos posaron entremezclados en el centro del campo con un cartel que llevaba el mensaje: ‘#FuerzaChapecoense‘ y realizaron un minuto de silencio en homenaje a las 71 víctimas de la tragedia aérea ocurrida el pasado lunes en el departamento colombiano de Antioquia.