Para Ricardo Alonso, la lectura completa del trabajo de Lola Mora permite descubrir nuevas facetas de la vida y la personalidad de esta mujer extraordinaria que dio Salta y Argentina al mundo. La tarea que enfrentó con el petróleo fue realmente titánica para una mujer sola y sin estudios específicos en la materia. Tuvo que encarar estudios geológicos para identificar las fuentes de los esquistos, estudios mineros para su explotación y especialmente de química orgánica para los ensayos de destilación. Lola encerrada entre los hornos, retortas y los aceites de su laboratorio recuerda a una alquimista medieval perdida en la primera mitad del siglo XX.