Cuando en el verano de 1516 tres embarcaciones al mando de Juan Díaz de Solís, llegaron a lo que ellos creyeron el buscado paso interoceánico, jamás imaginaron que ese espacio de agua originaría siglos después nada menos que el nombre de nuestra patria: Argentina. Aquel sitio fue bautizado con el nombre de Santa María o Mar Dulce entre otros apelativos, y luego de la Plata por el hallazgo de algunos vestigios del codiciado metal. Este es uno de los hitos en el largo devenir que daría el nombre a nuestra tierra.
Cuando llegó Pedro de Mendoza el nombre ya tenía un cariz institucional, pues la corona le había otorgado el título de Adelantado del Río de la Plata. De ahí en más esta zona y las adyacentes fue nombrada con apelativos en los que aparece de manera oficial el nombre del precioso metal, incluso luego de 1810: Gobernación del Río de la Plata, Virreinato del Río de la Plata y más tarde Provincias Unidas del Río de la Plata. También hay que apuntar que el nombre no fue exclusivo de esta región, pues también hubo otras zonas o puntos de América del Sur que fueron llamados con nombres que incluían la palabra plata. La latinización del nombre -recordemos su raíz latina "argentum": plata- apareció según algunos historiadores, en 1554, en un atlas de origen portugués, cuyo autor se llamaba Lopo Homen, quien denominó a la región con el nombre de "Terra Argentea". Años más tarde zarpó de España una expedición con rumbo al Río de la Plata al mando de Juan Ortiz de Zárate. En esta flota venía una persona muy culta llamada Martín del Barco Centenera, quien luego de una larga serie de peripecias escribió un extenso poema -que fue publicado en Lisboa en 1602- cuyo extenso título original es "Argentina y conquista del Río de la Plata con otros acaecimientos de los Reynos de Perú, Tucumán y Estado de Brasil". En uno de sus versos llama a esta zona como "Argentino Reino". Desde entonces este nombre comenzó a utilizarse con más frecuencia, preferentemente por las clases más ilustradas. Llegado el siglo XIX un poeta llamado Manuel José de Lavardén publicó en el periódico "Telégrafo Mercantil" un poema célebre titulado "Oda al Paraná" en el cual relaciona esta región con divinidades mitológicas pues habla de las "ninfas argentinas". En lo sucesivo el término en cuestión se popularizó, teniendo un origen vinculado con la literatura. Luego es empleado en la letra de nuestro Himno Nacional, de igual forma en algunos decretos y disposiciones gubernamentales. Finalmente y después de todas las luchas fraticidas que hubieron, nuestra Constitución de 1853 y su reforma de 1860, en algunos de sus artículos enuncia claramente la locución "Nación Argentina".