"No quiero vivir más", alcanzó ayer a susurrar ante los periodistas, el acusado de violar por más de 20 años a una de sus hijas con la que tuvo 7 hijos-nietos. Fue después de que lo notificaran ayer a las 13.30 sobre las imputaciones que pesan en su contra. El llamado "Monstruo de Mendoza" dijo: "Me arrepiento… me equivoqué en todo…", mientras salía esposado y acosado por una multitud de cámaras y micrófonos de todo el país que lo esperaban en la puerta de los tribunales mendocinos.

El hombre, de 67 años, se negó a declarar en la causa en la que está imputado por "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo en un número indeterminado de hechos", lo que podría costarle una condena de 50 años de cárcel. Ayer tarde fue trasladado a la Penitenciaria Provincial, aunque quedó aislado del resto de la población, dado que temen que pueda recibir represalias por parte de otros presos.

Sorprendentemente, el detenido fue trasladado a cara descubierta y esto fue justificado por el propio ministro de Seguridad, Carlos Ciurca, que dijo que en estos casos no hace falta el reconocimiento porque los denunciantes son familiares. "No existe motivo para cubrir el rostro de una persona que estaría acusada de incesto", manifestó el funcionario. A contramano, la juez Elsa Galera, del Quinto Juzgado de Familia de Mendoza, difundió un comunicado en el que prohibe a todos los medios de comunicación difundir datos y fotografías del imputado, como también de las personas involucradas o del grupo familiar, que puedan permitir la individualización de los mismos.

La víctima, de 35 años y con indicios de una capacidad mental acorde a la de una niña de 12 o 13 años, nunca insinuó denuncia alguna por el temor que tenía a su padre, hasta el viernes cuando se quebró. Ahí contó que durante más de 20 años era abusada por su padre y fruto de esas relaciones incestuosas tuvo siete hijos, actualmente de 2 a 18 años. La madre de esta chica y concubina del acusado, sabía de la situación y nunca denunció nada. Resulta increíble, pero esa mujer trabajaba como oficial de Justicia en esa provincia. Esta persona por el momento declaró como testigo, pero podría ser imputada de encubrimiento porque se sospecha que hasta fue cómplice de los aberrantes abusos cometidos por su pareja. También se dijo que habría violado a otras dos hijas y habría intentado someter a una de sus hija-nieta.