Castel Gandolfo, una localidad que se encuentra a unos treinta kilómetros al sur de Roma y se alza en el lado oeste del lago Albano, debe su nombre a la familia Gandolfi, que estableció sus dominios en esa zona en el siglo XII.
Los Gandolfi fueron los que mandaron a construir el castillo que en el siglo XIII pasó a la familia Savelli y que estos vendieron a su vez a la Cámara Pontificia en 1596.
Propiedad de los Papas desde entonces, sobre su emplazamiento se construyó el palacio utilizado más tarde como residencia estival pontificia.
El Papa Urbano VIII ordenó al restaurador de la basílica de San Pedro, el arquitecto Carlos Maderna, la edificación del palacio, el cual se llevó a efecto entre 1624 y 1629. Luego, la residencia se fue agrandando bajo los papados de Alejandro VII, Clemente XIII y Alejandro VII, quien encargó a Bernini la construcción de la iglesia dedicada a Santo Tomás de Villanueva.
Hoy, el palacio y los jardines ocupan 55 hectáreas de terreno, un territorio más grande que el Vaticano. En las tres villas que conforman el complejo (el palacio papal, la villa Barberini y otra destinada a administración), trabajan 55 personas, muchas de las cuales viven en el recinto con sus familias.
Tras la firma de los acuerdos de Letrán de 1929, que reconocía la soberanía de la Santa Sede sobre el territorio vaticano y el palacio de Castel Gandolfo, Pío XI ordenó la restauración completa de la residencia y de sus jardines.
De nuevo, el palacio recuperó en 1934 su carácter de estancia de descanso del Papa.
Posteriormente, Pío XII suspendió sus vacaciones durante la Segunda Guerra Mundial y no volvió hasta 1947. Justamente allí, entre enero y junio de 1944, durante la Guerra, unas 10.000 personas se refugiaron en el palacio. En aquellos meses nacieron en el palacio 50 niños, que vinieron al mundo en el actual dormitorio papal, convertido en paritorio.
Allí fallecieron dos pontífices, Pío XII, en 1858, y Pablo VI, que murió el domingo 6 de agosto de 1978, durante la temporada de descanso de verano.
Desde que Urbano VIII (1623-1644) inaugurara la villa en 1626, Castel Gandolfo ha sido la residencia estival de los siguientes papas: Alejandro VII (1655-1667), Clemente XI (1700-1721), Benedicto XIV (1740-1758), Clemente XIII (1740-1758), Clemente XIV (1758-1774), Pío VII (1800-1823), Gregorio XVI (1831-1846), Pío IX (1846-1878), Pío XI (1922-1939), Pío XII (1939-1958), Juan XXIII (1959-1963), Pablo VI (1963-1978), Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El Papa Benedicto XVI residirá allí hasta que finalice la reestructuración del monasterio del Vaticano, su hogar definitivo.
Éste es un monasterio de monjas de clausura llamado ‘Mater Ecclesiae‘, donde las monjas que acompañarán al papa el resto de su vida cultivan frutas y verduras ecológicas. El recinto está situado dentro los jardines del Vaticano y rodeado de limoneros.
Este convento fue construido en 1992 por Pablo VI y consta de cuatro plantas. Entre el segundo y tercer piso hay 12 celdas monásticas y en la parte baja están el refectorio, la cocina y la enfermería. Fuente: Efe