El pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el desempeño de la economía argentina en 2024 dio un giro de 360 grados y anunció que en vez de crecer, el país seguirá en recesión. Desde el crecimiento de 2,8% previsto en su informe de octubre pasado, hace sólo tres meses, ahora el FMI prevé que la actividad económica de Argentina este año caerá 2,8%. Este dato negativo de Argentina impactará en el desempeño del resto de la economía en los países de la región con una baja de 0,4% hasta el 1,9%.
Recién para 2025 el FMI ve luz al final de túnel para Argentina con la proyección de un crecimiento del PBI del 5%, es decir, un fuerte rebote respecto al presente año. Otro dato positivo que dio a conocer el economista en jefe y director del Departamento de Investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, es que se prevé que la inflación mensual del país volverá a ser "de un solo dígito" a "mediados de este año" y que finalizará 2024 con una suba acumulada de aproximadamente 150%, menor al 211,4% proyectado en la previsión de octubre.
La actualización de sus Perspectivas Económicas Mundiales publicadas ayer por el FMI se conocieron en la previa de la reunión del Directorio del organismo crediticio internacional en la que hoy tratará el acuerdo técnico con Argentina y cuyo voto positivo permitirá un desembolso de U$S 4.700 millones para hacer frente al pago de vencimientos con el propio Fondo.
La revisión a la baja responde al "significativo ajuste de política" realizado por el Gobierno de Javier Milei para "restaurar la estabilidad macroeconómica", destacó Pierre-Olivier Gourinchas. Con esta caída, el país será el que más retrocederá en 2024 entre los 30 países seleccionados por el Fondo para sus proyecciones globales, aunque será el tercero que más crecerá -detrás de India y Kazajistán- en 2025.
"Estamos viendo un crecimiento negativo para Argentina en 2024 de 2,8%, lo cual es un gran ajuste a la baja de 5,6 puntos comparado con las proyecciones de octubre. Esperamos que el crecimiento volverá en 2025 y será de cerca del 5%, así que habrá un fuerte rebote, aunque dependerá de la consolidación fiscal que empieza a haber en el país bajo la nueva administración", explicó en conferencia de prensa Pierre-Olivier.
El FMI ve con buenos ojos el ajuste de Milei y de apegarse al déficit cero pero advierte que el país corre serios riegos si no se aplica una consolidación fiscal duradera, por eso, es clave la aprobación por parte del Congreso de la Ley Ómnibus aunque sea sin la suba de retenciones y otras medidas fiscales retiradas del paquete por presión de los gobernadores.
En este sentido, el equipo técnico del organismo que visitó el país, encabezado por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, observó que el programa original acordado con el gobierno de Alberto Fernández y rubricado por el exministro de Economía, Sergio Massa, "se desvió gravemente de su rumbo: se incumplieron las metas de déficit fiscal primario y de deudas internas para finales de septiembre, y datos preliminares sugieren que las metas de fin de año se incumplieron incluso por un margen mayor".
Los graves desvíos señalados por los técnicos del FMI hacen referencia al déficit fiscal de 1,9% del PBI comprometido para el 2023 por la administración de Alberto Fernández, que finalmente cerró con un resultado negativo del 2,7%, producto del fuerte gasto para sostener el "plan platita" de la campaña de Massa. A esto se sumó el compromiso de recuperar reservas por parte del Banco Central, cosa que no ocurrió debido a que finalizó con una pérdida de alrededor de U$S 10.000 millones, debido al impacto de la sequía en las exportaciones del sector agroindustrial. En los primeros 45 días de gestión de Milei, el Banco Central logró comprar más 6.100 millones de dólares, según los números aportados por el Gobierno hasta ayer.