San Juan, 12 de diciembre.- Lo que fue un ambicioso proyecto de infraestructura hace casi 30 años, como lo es el hotel Terrazas de Rivadavia, hoy está devastado por el vandalismo y por la práctica de paintball. Su futuro también es incierto, ya que las nuevas autoridades del departamento no pueden hacer nada por rescatarlo porque no le pertenece al municipio.
La flamante intendenta, Ana María López, en diálogo con DIARIO DE CUYO ONLINE, señaló que “es un tema para ver, porque ese hotel no le pertenece legalmente al municipio y tampoco sé en qué condiciones legales se encuentra”. Sin embargo, la nueva jefa comunal no descartó realizar gestiones para destrabar la situación, al decir que “si fuera del municipio, se podría tener en cuenta, porque vamos a hacer una fuerte apuesta al turismo en el departamento y ese hotel ayudaría mucho en ese sentido”.
El hotel tampoco despertó interés en la gestión anterior del departamento del Oeste del Gran San Juan, encabezada por Elías Álvarez, quien en alguna oportunidad había manifestado que no “estamos interesados en recuperarlo porque su estructura es obsoleta para el turismo”.
Terraza Hotel fue encarado por el municipio de Rivadavia e inaugurado en 1987 durante la gestión del Dr. Jorge Raúl Ruiz Aguilar pero nunca llegaron a terminarlo y mucho menos funcionó.
Cuando Jorge Abelín estuvo al frente del departamento, en la década del ’90, le cedió el hotel a la constructora Paolini a cambio de obras de pavimento. Pero como la empresa quebró, el lugar quedó en manos de sus acreedores y no puede ser explotado.
En la actualidad, y desde hace varios años, Terraza es un foco de constante vandalismo y abandono. Sus rincones son lo más parecido a un basural, sus pisos están totalmente destruidos, las paredes se encuentran rayadas y en algunas partes demolidas. Allí también practican paintball, el juego de guerra cuyas armas disparan bolas de pintura y provocan un daño único a las instalaciones del descuidado hotel, ubicado frente al Camping de Rivadavia. Además, hay algunas personas que aseguran que el lugar también sirve como alojamiento para cirujas y para otros individuos que se dedican a romper lo que encuentran a su paso.
Una obra única en su tipo
Terraza Hotel fue construido en lugar con una vista privilegiada. Está enclavado al pie de la Quebrada de Zonda y su fachada da frente al camping municipal. Cuenta con tres niveles encajados entre sí, teniendo en cada uno 9 habitaciones con baño privado y balcón.
Posee un fácil acceso y también paredones anti derrumbe para frenar cualquier tipo de desmoronamiento del cerro, cubriendo así los 2200 metros cuadrados del lugar.
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