El empate 0 a 0 entre River y Estudiantes no dejó sabor amargo en los paladares de sus hinchas. A River le sirvió para mejorar su imagen, mientras que a Estudiantes con el punto le alcanzó para llevarse la Copa Ciudad de Mar del Plata.
El primer tiempo comenzó con un River más ambicioso que lo que había mostrado en los partidos anteriores, principalmente con mayor juego asociado en el mediocampo teniendo como intérprete principal a Lamela que arrancó en todas por la izquierda y rotó posiciones con Buonanotte.
El Pincha, a su vez, comenzó el partido haciendo lo que mejor que conoce: esperar al rival de manera compacta detrás de la media cancha y dejar que su rival haga el gasto en los primeros minutos. A partir de los 20 minutos Estudiantes comenzó a animarse y adelantó sus líneas para presionar al Millonario en su campo y ahí ganó terreno con la pelota y generó más ataques sobre el arco millonario.
Hubo varias jugadas peligrosas para ambos equipos, pero ninguna llevó real peligro para los arcos defendidos por Orión o Chichizola. El arquero debutante, el pibe de River, respondió muy bien en el partido.
El complemento fue una extensión de lo que sucedió en el primer tiempo. River comenzó con todas las ganas de marcar su primer gol del partido y es por eso que hizo el gasto e incluso fue el que tuvo las mejores chances. La primera la tuvo apenas comenzó el segundo tiempo, a los dos minutos, cuando Mariano Pavone pivoteó y lo vio a Pereyra; metió un pase en profundidad que el chico tomó pero la picó alta. Los dirigidos por Juan José López siguieron insistiendo en la búsqueda del gol, mientras que Estudiantes se agrupó detrás de la media cancha.
Cuando promediaba el complemento, a los 23, Mariano Pavone fue nuevamente quién asistió a un compañero, en esta oportunidad fue a Lamela, que solo contra el arquero por la izquierda definió cruzado con zurda pero apenas desviado.