El cráneo con un agujero de bala encontrado en el perilago del dique de Ullum el 16 de abril del año pasado, no era del alemán experto en deportes extremos, Andreas Colli (37), supuestamente desaparecido en el Cerro Mercedario (cuarto pico más alto de América, 6.770 metros sobre el nivel del mar) donde subió o pretendió hacerlo a partir del 14 de diciembre de 2002 y de donde debía bajar el día 21 de ese mes, dijeron fuentes judiciales. En 2006, parte de sus cosas (su bolsa de dormir y otras pertenencias) fueron halladas en la zona de La Olla (cercana a la cima de El Mercedario), pero luego de varios rastrillajes el cuerpo nunca fue encontrado.
Para la familia Colli, había muchas esperanzas de que ese cráneo fuese el de su pariente porque, además del disparo -dijeron- un equipo médico les había informado que tenía cicatrices de heridas en los huesos del rostro similares a las que tenía el alemán, como las lesiones en el tabique nasal o la frente, que el deportista había padecido una vez en un gran accidente en bicicleta, indicaron. Más de una vez, los parientes del deportista habían dicho que fue víctima de un crimen en San Juan.
Sin embargo el cotejo de ADN entre las muestras genéticas del cráneo y las de un familiar directo enviadas desde Europa, dio resultado negativo, indicaron fuentes judiciales.
Y ahora ese cráneo se suma a la lista de casos criminales que parecen condenados al misterio.
En ambos casos se agita la sombra de la impunidad. En el caso Colli, porque aún en la hipótesis más gravosa, un homicidio agravado que se castiga con perpetua, la acción penal ya prescribió, porque en esos delitos el tiempo para investigar, hallar a un responsable y castigarlo no debe exceder los 15 años, plazo que se cumplió largamente porque se cuenta desde que el hecho ocurrió, es decir en diciembre de 2002.
El homicidio de ese hombre que habría tenido entre 40 y 64 años, recorre el mismo camino a pesar de tener una antigüedad reciente (al menos 10 años). Ya se descartó que fuera de otros dos desaparecidos emblemáticos de San Juan: el ingeniero Raúl Tellechea, del que nada se sabe desde la noche del 28 de septiembre de 2004; actualmente, exdirectivos de la mutual de la Universidad Nacional de San Juan y otras personas son juzgadas por su "desaparición forzada".
El otro del que nada se sabe desde el 24 de septiembre de 2010 es el caucetero Adolfo "Gogo" Ruiz. Salió del consultorio de su odontóloga esa noche y nunca más se lo volvió a ver.