En la campaña de Sportivo Desamparados no sobran motivos para el aliento, pero su gente no sabe de estadísticas, posiciones y récords. Es fe a muerte por sus colores y lo volvió a ratificar ante Santamarina. El único punto oscuro estuvo en el incidente que protagonizaron con el segundo asistente Ruarte, a los 30’ del complemento, al que agredieron pero finalmente quedó resuelto ese episodio.