Nota de El Cronista
La relación entre el Gobierno de Javier Milei y el campo no arrancó bien. El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, tomó por sorpresa al sector. Es que dentro del paquete que se anticipó, aparecen elementos que no estaban en los planes de nadie: las economías regionales volverán a pagar retenciones. Y no solo deberán volver a afrontar esta obligación, sino que lo harán por un monto mayor al que lo hacían hace algunos meses.
Este sector, junto a varios otros, comenzará a pagar un impuesto a las exportaciones del 15%, en algunos casos muy por encima de lo que pagaban hasta septiembre de este año, cuando el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, en muchos casos eliminó -y en otros redujo- las retenciones a las economías regionales.
Segmentos como el jugo de uva (mosto), el vino, el vinagre, la cáscara deshidratada de cítricos o algunos subsectores de la pesca, entre varios otros, desde aquel entonces no pagan retenciones, aunque una vez que se implemente el nuevo plan sí deberán hacerlo.
El proyecto que ingresó en el Senado, busca bajar el aporte delos vitivinicultores para la lucha contra la polilla de la vid.
"Para nosotros se trata de una sorpresa total; realmente no esperábamos esto porque si algo dijo Milei durante toda la campaña fue que la cantidad de impuestos en la Argentina es excesiva, e incluso muchas veces se mostró en contra de forma explícita de las retenciones", dijo a El Cronista el representante de uno de los sectores afectados.
Según comentaron algunos de los referentes de las economías regionales, la postura del oficialismo -en la previa de los anuncios- fue el compromiso de mantener una postura contraria a la vuelta de los impuestos a las exportaciones.
"No está en nuestro espíritu", repitieron los referentes del Gobierno en los encuentros que mantuvieron con el sector. Pero ahora pegó un vuelco de 180 grados. Desde Economía se insiste con que -como anunció Caputo- se trata de una determinación "temporaria", aunque la gran incógnita es hasta cuándo.
Contrapartida por la fuerte devaluación
Ya con la medida anunciada, desde Economía sostienen que se trata de una contrapartida a la fuerte devaluación del tipo de cambio que se aplicó, algo que el Gobierno espera que desemboque en la aceleración de las exportaciones y liquidación de divisas hasta fin de año.
La cifra a la que se apunta en este sentido son cerca de u$s 5.000 millones.
Esta posibilidad de apuntalar las exportaciones no es compartida totalmente por el agro. En primer lugar, porque si se trata de algo temporario entonces no habría demasiada razón para liquidar la producción con las retenciones de 15% de por medio. "En todo caso se venderá lo que se precise y el resto se guardará. Pero las medidas no ayudan", afirman las fuentes consultadas.
Esta posibilidad, de todos modos, no es igual para todos los sectores de las economías regionales ya que algunos productos no son stockeables o deben ser vendidos en determinadas épocas por diferentes cuestiones.
Hay sectores, incluso, para los que su situación pasa a ser ahora mucho peor si se toma en cuenta el nivel impositivo al que deberán hacer frente, respecto de la previa de la eliminación de las retenciones de Massa, y más allá de la mejora del tipo de cambio que recibirán ahora.
Por ejemplo, el arroz -dependiendo de sus características- hasta septiembre pasado pagaba retenciones que iban del 3% al 5%, mientras que el vino y la papa industrializada pagaban el 4,5% (nota: el vino llegó incluso a tener 0%), los aceites esenciales del 3%, o la industria forestal entre 3% y 5%.
Incluso si se toma el caso que más retenciones pagaba, el del tabaco, la diferencia se hace notar. Esta industria pagaba 12% de impuestos exportadores -cayó a 0 en septiembre-, muy por encima de la media del resto de las economías regionales, y ahora pagará el mismo 15% de todo el segmento.
De acuerdo con los cambios anunciados, las exportaciones se liquidarán en un esquema de 80-20, con la mayor parte a valor del dólar oficial y el 20% restante a contado con liquidación, lo que hoy equivale a un dólar de $ 860.
Una vez descontado el 15% de retenciones, al exportador le quedará, siempre a valores de hoy, unos $ 760.