Luego de subir a la rampa de llegada en Rosario para recibir su medalla, Alberto Ontiveros lo hizo nuevamente para acompañar a Pablo Bustamante, el piloto de cuatriciclo que lo remolcó más de 200 kilómetros en la quinta etapa, cuando el sanjuanino ya había llamado a sus familiares para que lo buscaran porque entendía que debía abandonar debido a que, por segunda vez, rompió el motor.
“Subí primero a recibir la medalla y Pablo todavía no había llegado. Subí con él para tener una foto celebrando ahí, porque es un gran amigo e hizo algo muy lindo por mí. Fue nuestro festejo”, detalló ayer Ontiveros.
“Tuve un problema muy grave, Pablo me dio una gran mano y pude aprovecharlo. Eso fue una de las grandes enseñanzas que me deja este Dakar y que se puede aplicar afuera del deporte”, agregó ‘Puchi’, quien tiene planeado regresar hoy a San Juan.
“En lo personal trabajamos bien y cumplimos con lo que debíamos hacer”, terminó un más que feliz Ontiveros.