Una fiesta de egresados en el club San Lorenzo de Rodeo, Iglesia, y una peña folclórica en Tudcum, también en Iglesia, precedieron el trágico fin de uno de los compadres. Fue ayer, sobre las 6 de la mañana, cuando volvían en auto de la última reunión, el conductor perdió el control y terminó a los tumbos a un costado de la Ruta Nacional 150, en las afueras del centro departamental.
Gustavo Hernández se llamaba la víctima. Y no tuvo nunca chance porque salió despedido en uno de los tantos tumbos que dio el VW Polo que guiaba su compadre Carlos González, indicaron fuentes policiales.
Hernández, padre de tres hijos, era contratado en el municipio y, al igual que su hermano, eran conocidos por ser ‘recorredores’, es decir las personas que, a caballo, recorrían rutas y caminos en Iglesia en busca de animales sueltos, justamente para prevenir accidentes, contaron.
Hernández y González habían coincidido ayer en el Club San Lorenzo, donde se realizaba la fiesta de egresados el colegio Dalmasio Vélez Sárfield. Uno de los que culminaba de cursar era hijo de González y Hernández era su padrino, indicaron.
La principal versión que manejan los investigadores, es que luego de esa reunión, los compadres partieron hacia Tudcum porque allí se realizaba una peña folclórica.
Todo indica que ya volvían de ese lugar (una versión no confirmada indica que traían a una pareja), cuando González perdió el control en plena Ruta Nacional 150 y terminó a los tumbos.
Los investigadores al mando del fiscal Gastón Salvio, de la Segunda Circunscripción Judicial con sede en Jáchal, esperan contar con el resultado de la autopsia en la víctima y otros estudios complementarios, especialmente en el conductor.
La sospecha de los pesquisas es que González (también el fallecido) pudo haber conducido bajo los efectos del alcohol, tras haber participado en ambos festejos. Ayer, estaba detenido en la seccional 22da., sospechado de haber provocado sin querer la muerte de su compadre.