Stefania Saladino es mamá (de Agustín de 14 años y los mellizos Nina y Juan Segundo de un año y seis meses), y es abogada. Pero también hace dos años pudo concretar su sueño de ser juguetera y creó un negocio más que especial. Si bien no tiene un local al público -sí un showroom donde se puede ir a ver su stock, elegir y llevar como regalo- su caudal "empresarial’ (por llamarlo de algún modo) está compuesto por juegos y juguetes que estimulan la creatividad, la imaginación y la libertad.  

Son chiches diferentes, elegidos para aprender, divertirse pero también son herramientas de integración que muchas veces eligen no sólo papás, sino también gabinetes de especialistas que tratan patologías infantiles.  

En el Showroom hay juegos y juguetes para todos los gustos: para crear y poner manos a la obra (como los kids para cocinar, para coser ropa para las muñecas, para hacer hebillas, para armar aviones y planeadores, etc), de representación (cuentos con disfraces para revivir historias), teatro de títeres, memotest creativos (de chistes y adivinanzas, que brillan en la oscuridad, etc), para hacer recorridos y asociaciones, mantas gigantes para jugar en el suelo (de pista de auto, casas de muñecas, etc), de encastre y arrastre, mochilas con muñeco de apego y gimnasios para bebés, juegos para armar (por ejemplo casas enormes de cartón ecológico), para pintar y volver a lavar, de ciencia y de ingenio, muebles para muñecas, carpas de circo de tela, de psicomotricidad, bebotes con caras de bebés reales, etc, etc, etc.  
 

El dato 
El showroom de Santa La Imaginación está en el barrio Altos de Natania. Para coordinar una visita, contactarse vía web (a través de Facebook con el mismo nombre) o al teléfono 15420016.  
Recibe tarjetas de débito y de crédito (hasta en 6 cuotas sin intereses). Hace envíos a domicilio. 

 
 Fotos: Federico Levato 

 

Cocina como las de verdad. Anafe de madera con accesorios como sartén y huevo frito, utensilios, salero y pimentero ($650 Xilema).
Muñecas especiales de la marca Vasalisa. Tienen como objetivo mostrar que todos somos diferentes. Son de telas y tienen marcados rasgos de enfermedades o patologías, como Emilia que sus ojitos denotan que tiene Síndrome de Down y Santiago que usa lentes. Cuestan $400.
Todo tiene arreglo. Caja de herramientas, con 10 elementos ($650).
Mamá, papá y un bebé en camino. Tienen por nombre muñecos sexuados porque tanto el varón como la mujer tienen los órganos genitales. Inclusive la mamá tiene en su panza un bebé. Otro detalle, vienen con la piel clara o morena. Pero hay algo más, también la marca "La ovejita negra” hizo su versión familias de animales. Cuestan $600 cada muñeco.
Caballito de madera y tela con diseños y recortes reutilizados, lo que los hace cien por ciento ecológicos. Vienen en sus versiones caballo, gallo y elefante y cuestan $350 (Milulina).
Para bebés curiosos. Cubos de asociación para usar a partir de los 18 meses. Cuestan $550 y son de la marca Ainé.
Día de granja. Cuando se despliega la valija de tela, aparece un mundo campestre que permite no sólo jugar libremente, sino además aprender reglas y orden, como por ejemplo, ubicar a los animalitos según su hábitat (el agua, la montaña, el pasto, etc). Cuesta $1000.
Diseños al cubo. Frasco con 600 piezas para encastrar y crear a las más variadas formas. El dato: las piezas no son rígidas, sino flexibles. ($400 Qubic).
Juego de mesa de asociación con temas como profesiones, sentimiento o números. Para chicos de diferentes edades. Cuestan $360 y son de la marca Jugás.
Mascota blanda. Aunque Coco -ese es el nombre de fábrica- parece un juguete, en realidad es una forma de psicomotricidad que permiten adquirir diversas capacidades y desarrollos. Vienen para balancearse, acostarse, sube y baja. Ideal para los más pequeñitos. Coco cuesta $1650.