El proyecto de ley de Presupuesto 2017 obtuvo media sanción esta madrugada por amplia mayoría en la Cámara de Diputados. A las 3.38, la pantalla del recinto marcó 177 votos a favor, 58 en contra y 4 abstenciones. El proyecto pasa ahora al Senado para su sanción definitiva.
Minutos antes, por separado, la Cámara le dio media sanción al proyecto de limitación de los “superpoderes” del jefe de Gabinete para reasignar partidas sin autorización del Congreso. Dando vuelta la página de los años kirchneristas (los “superpoderes” vienen de 2006) la reforma al famoso artículo 37 de la Ley de Administración Financiera, fue casi unánime: 230 votos a favor, y 6 en contra. El proyecto fija un tope en la reasignación de partidas del 7,5% del total del Presupuesto para 2017, y de 5% desde 2018 y en lo sucesivo.
El Presupuesto estipula para 2017 un gasto global de $2,3 billones, un crecimiento del 3,5%, inflación de 17% y un dólar a $18.
En la negociación que anudó un amplio apoyo fue decisiva la inclusión de más obras públicas para provincias y municipios, por $4.500 millones; refuerzos de partidas para áreas de Ciencia y Tecnología por $1.290 y un extra de $5.000 millones para coparticipar en forma automática a través del fondo sojero.
El Presupuesto fue aprobado por el oficialismo de Cambiemos, el massismo, el peronismo del Bloque Justicialista, y otras bancadas más chicas. También votaron a favor varios integrantes del Frente para la Victoria.
Las previsiones del Presupuesto estipulan para 2017 un gasto global de $2,3 billones, un crecimiento del 3,5%, inflación de 17% y un dólar a $18.
“Nuestro presupuesto parte de supuestos razonables, en materia de crecimiento e inflación, después de años de triste experiencia”, sostuvo al inicio del debate ayer por la tarde, el macrista Luciano Laspina, informante de la mayoría, en alusión a los presupuestos de los años kirchneristas, considerados “un dibujo”. “Es un presupuesto que no ha buscado el ajuste y tiene una fuerte inversión social”, destacó.
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, manifestó su apoyo: “Hicimos cambios muy importantes, de los 65 artículos que mandó el Ejecutivo modificamos 22, agregamos 21 nuevos y corregimos 3”. También votaron en general en positivo Margarita Stolbizer (GEN), los cuatro socialistas y los seis diputados del Frente Cívico por Santiago, entre otros. Se abstuvieron Victoria Donda y otros 2 legisladores de Libres del Sur, y el triunviro de la CGT Héctor Daer (quien formalmente integra el Frente Renovador).
Fue aprobado por el oficialismo de Cambiemos, el massismo, el peronismo del Bloque Justicialista, y otras bancadas más chicas. También votaron a favor varios integrantes del Frente para la Victoria.
En la vereda de enfrente, el exministro Axel Kicillof argumentó el rechazo del FpV, tras describir un panorama negro. Cuestionó el endeudamiento en 2016 y aseguró que “vamos a seguir con una política de redistribución regresiva, que consolida un Estado para unos pocos y la caída de los salarios”.
Tanto el FpV, su aliado Carlos Heller y la izquierda rechazaron el proyecto. “Es un presupuesto de ajuste y endeudamiento, que agrava la pobreza”, sostuvo Néstor Pitrola, del PO-Frente de Izquierda El bloque Justicialista, de 17 integrantes y representativo de un grupo de gobernadores peronistas, votó a favor. Con algunos ruidos: Diego Bossio advirtió por la inflación y que “seguimos en la lógica de la patria financiera”. El gobernador de La Rioja, Sergio Casas, desembarcó en el Congreso y junto al ex gobernador y diputado Luis Beder Herrera denunciaron “el incumplimiento” de un acuerdo con el Gobierno para devolverle el 1% de coparticipación, reclamo histórico de su provincia. La Rioja logró $650 millones extra, pero reclamó otros $2.000 millones. Pasada la una de la madrugada Casas y Beder Herrera todavía daban vueltas por la Cámara. Pero su lobby dio resultado: no se les dieron más fondos pero lograron la inclusión de un artículo que condona deudas históricas de empresas riojanas con la AFIP por $3.500 millones.