Uno de los acusados del crimen de ganadero de Sarmiento volvió a declarar en el Cuarto Juzgado de Instrucción y contó parte de la verdadera trama. A diferencia de su anterior confesión, ahora se incriminó y relató cómo junto a sus tres amigos urdieron ese plan para citar Néstor Moreno (52) a un encuentro amoroso en las afueras del pueblito de Pedernal y ahí lo atacaron a golpes y también con un hacha y dos cuchillos hasta matarlo, indicaron fuentes judiciales.

La declaración de ayer de Andrés Alejandro Rosselot Flores (19) frente al juez Maximiliano Blejman apuntó también a minimizar su papel, dado que aseguró que sólo lo golpeó y no sabía que iban a matarlo. Por otro lado desacreditó la primera versión que dio el imputado Nelson Daniel Chaparro (53), quien se hizo el desentendido y acusó del crimen a sus amigos y excompañeros Rosselot y a Eduardo Pedro Bautista Jiménez (23), diciendo que ambos le habían confesado su autoría. También contradijo los dichos de su mujer, María Cristina Gómez (38), que reconoció que citó a la víctima por celular, pero sostuvo que no fue al encuentro y sí lo hicieron los dos jóvenes.

Rosselot hundió a todos con su relato. Según versiones, el joven declaró que esa misma noche del miércoles 13 de este mes se enteró que María Gómez había llamado al ganadero para citarlo en ‘el eucalipto’, un lugar en las afueras de Pedernal. Y que Chaparro, Jiménez y la mujer le pidieron que los acompañara. Todos ellos trabajaban en la misma finca. Rosselot aseguró que creyó que la intención era darle una paliza. Es que le tenían rencor porque Moreno los había denunciado por el robo de dos caballos, además era conocido por todos que éste se veía a escondidas con la concubina de Chaparro.

La versión es que fueron al lugar de la cita y se escondieron hasta que llegó la víctima en su auto Renault Megane, pasadas las 22.30. Supuestamente Gómez recibió a Moreno con un beso y, cuando éste acomodaba una colcha en el suelo, le aparecieron todos. Confesó que él le propinó 3 golpes de puño y le pegó 2 veces con una barra de hierro que llevaba, y que Jiménez lo golpeó con un hacha en la cabeza desde atrás, según las fuentes. Por otro lado sostuvo que Chaparro lo atacó con un cuchillo y Gómez con otra arma blanca, indicaron. La autopsia reveló que la víctima tenía 4 gran heridas en la base del cráneo que fueron mortales, 11 puntazos y otras lesiones menores.

Rosselot dijo que luego de asesinarlo se marchó a pie y Jiménez tomó hacia el río para limpiarse la sangre y deshacerse de las armas. Según él, Chaparro y Gómez pusieron el cadáver en el auto y ellos mismos llevaron el coche por la ruta 153 hasta cerca del dique Las Crucecitas, donde lo empujaron por el barranco. A partir de esta declaración, el juez Blejman calificó la causa como homicidio doblemente agravado por la participación de dos y más personas, y por ensañamiento y alevosía. El abogado defensor, Maximiliano Páez Delgado, pidió protección para Rosselot ya que habría sido amenazado de muerte por sus supuestos cómplices, dijeron.