El huracán Otto azotó a Nicaragua y Costa Rica con fuertes vientos y lluvias torrenciales que destruyeron casas, derribaron árboles y obligaron a evacuar a miles de personas, y más tarde se degradó a tormenta tropical.

 

 

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, dijo que el paso del huracán causó un número indeterminado de muertos desde que tocó tierra en el país centroamericano. “Lamento informar que hay personas fallecidas y desaparecidas”, dijo Solis en una rueda de prensa, y añadió que era demasiado pronto para decir cuántas personas habían muerto.

 

Solís explicó que hay inundaciones, derrumbes, puentes caídos, carreteras dañadas, cortes de fluido eléctrico, casas destruidas y otros daños en las comunidades más afectadas como Los Chiles, Bijagua, Canalete, Upala, provincia de Alajuela (norte), y Guayabo de Bagaces, provincia de Guanacaste. “La combinación de lluvia y viento fue muy grande. Es un sentimiento de mucha tristeza. Es un momento en el que además de lamentar circunstancias, debemos recuperar los cuerpos de los fallecidos, buscarles, y hacer las tareas que corresponde”, manifestó.

 

 

Las autoridades han valorado en 8,7 millones de dólares los primeros daños causados por el impacto del huracán Otto en el sistema vial de Costa Rica. Este viernes las autoridades comenzarán con más certeza la evaluación de los daños y la búsqueda de víctimas y desaparecidos, aunque es posible que las lluvias persistan.