Siete policías paraguayos y al menos nueve campesinos murieron ayer, mientras que otras cien personas aproximadamente resultaron heridas en una emboscada perpetrada durante el desalojo de una hacienda en el departamento de Canindeyú, en el Noreste del Paraguay, informaron las autoridades.
Las muertes se produjeron luego de que más de 300 policías se enfrentaran a tiros con grupos de campesinos sin tierras durante una operación de desalojo por orden judicial en la hacienda Morumbí, del conocido empresario y político Blas N. Riquelme. El hecho ocurrió en la Colonia Ybyrá Pytá, a unos 380 kilómetros al noreste de Asunción, en Canindeyú, colindante con el estado brasileño de Paraná.
El ministro paraguayo de Interior, Carlos Filizzola, que dejó el cargo a raíz de los incidentes de ayer, confirmó en una rueda de prensa la muerte de siete policías y de al menos nueve a diez campesinos. Las versiones sobre muertos y heridos son numerosas, pero varias fuentes coincidieron en que ya hay 16 víctimas fatales, aunque algunas hablan de 17.
Es el peor incidente vinculado a la tenencia de tierras en las últimas dos décadas en el país. El Gobierno del presidente socialista Fernando Lugo ordenó la intervención de las Fuerzas Armadas para apoyar a la policía en la zona, donde coexisten campos de soja, cría de ganado vacuno y grandes cultivos ilegales de marihuana.
Aunque los campesinos afectados eran calificados como gente humilde, la fiscal Ninfa Aguilar declaró que el grupo tenía entrenamiento militar, armas de guerra y bombas caseras. ‘Están vestidos con ropa militar. Prepararon trincheras, bombas, tenían todo listo para combatir‘, aseguró. Aguilar no descartó la presencia del grupo de extrema izquierda Ejército del Pueblo Paraguayo, un pequeño grupo
radical responsable de secuestros y asesinatos durante la última década que aspira a convertirse en una guerrilla.
La hacienda de unas 2.000 hectáreas pertenece a un conocido empresario local que hace unos 20 días denunció el ingreso del grupo de unas 100 familias. Las organizaciones campesinas denuncian que son ‘tierras mal habidas‘, producto del reparto a aliados durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989).
Fuentes: Efe, Reuters y Télam