El Gobierno de Uruguay presentó ayer un paquete de medidas para combatir la inseguridad, que incluye un plan para controlar estrictamente la producción y la distribución de la marihuana. Aunque los ministros no especificaron los alcances del paquete, la medida ya había sido anticipada por la prensa a partir de trascendidos.
Según medios locales e internacionales, la idea del Gobierno de Uruguay sería legalizar la venta de marihuana para evitar que los adolescentes consuman pasta base de cocaína (paco), una droga más dura y adictiva, que es señalada como la causa de la virulencia de la delincuencia juvenil en el país.
Las medidas anunciadas incluyen el armado de una red estatal de distribución de marihuana, con control de calidad y venta prohibida a menores de 18 años, y la conformación de un registro de consumidores para otorgarles ‘hasta cuarenta cigarrillos (de marihuana) por mes‘, según trascendidos. Aquellos que se excedan deberán someterse a tratamientos de rehabilitación.
¿Blanqueo?
Las medidas buscan ‘blanquear‘ el mercado de estupefacientes, quitándole un importante margen de ganancia a los narcotraficantes y desplazar hacia una droga más blanda a los adictos al ‘paco’. A tal efecto, será el Estado el encargado de producir y vender marihuana en locales habilitados, en los que se llevará un registro de consumidores para impedir conductas adictivas.
La calidad de la droga será certificada por el Estado. Asimismo, el precio de cada cigarrillo será tarifado por el Estado e incluirá impuestos que se destinarán a financiar rehabilitación de adictos a otras drogas más duras.
Otro de los planes prevé la internación compulsiva de los adictos al paco. El consumo de marihuana para uso personal es legal en Uruguay.