Transcurría diciembre de 2012 y Punta del Este, Uruguay, arrancaba la temporada de verano con una recepción con todos los honores, como las que despliega un país latinoamericano que busca inversiones, al magnate norteamericano llamado Donald Trump. Por ese entonces, nadie sospechaba Trump se convertiría en presidente de EEUU tan sólo cuatro años después.

Para Trump, ese era ‘un gran momento para hacer inversiones en América latina‘ y, con su verborragia característica, señalaba: ‘También miramos varias opciones en Sudamérica y me encanta Buenos Aires, que es una hermosa ciudad. Conozco grandes hombres de negocios en la región, como Macri. Es un buen tipo‘. 
En una entrevista concedida al diario La Nación -publicada el 2 de diciembre de 2012-, ante la repregunta del periodista a qué Macri se refería, Trump decía: ‘Conozco a los dos, al padre y al hijo, que ahora es jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Me caen bien y creo que son una gran familia. 

Me dijeron que el hijo está haciendo un buen trabajo en Buenos Aires. Aprovecho para mandarle mis saludos‘. 
La historia entre Trump y Mauricio Macri se remonta a los ’80 cuando el Grupo Macri quiso construir conjuntamente con el Grupo Trump un edificio de 150 pisos en Nueva York, en lo que se denominó el Proyecto Lincoln West. 
El proyecto inmobiliario no prosperó, pero en medio de las negociaciones entre ambos grupos, Mauricio Macri con apenas 25 años, le ganó un partido de golf a Trump, que en ese momento tenía 38. ‘Ambos nos quedamos sorprendidos cuando Trump, fastidiado con su propio juego, rompió los hierros y las maderas uno a uno‘, relató Franco Macri en su libro ‘Charlas con mis nietos‘.

 
En las relaciones internacionales, el vínculo entre los mandatarios juega un rol trascendental. Tal vez, porque era políticamente incorrecto respaldar a Donald Trump en la campaña norteamericana, incluso abstenerse, es que el gobierno nacional terminó apoyando a la candidata derrotada. 

En agosto pasado, en una entrevista al portal BuzzFeed, Macri respaldó a Hillary y criticó a Trump al señalar que creía ‘en las relaciones, en las redes, no en levantar muros‘, esta última, una frase reiterada por el magnate y dirigente republicano. No pasa desapercibido tampoco, en el lenguaje diplomático, que Macri haya saludado a Trump por las redes sociales -twitter- y aún no hay existido una charla telefónica como de seguro hubiera ocurrido si la triunfante era la candidata demócrata. Sin embargo, de acuerdo a los antecedentes, en apariencia sería muy sencillo no solo recomponer el vínculo con el flamante presidente de los EEUU, recordando quizás aquél partido de golf entre ambos, sino además establecer una intensa agenda entre Washington y la Casa Blanca.

En las últimas tres décadas, el único gobierno que le otorgó prioridad número uno a su relación con los Estados Unidos fue el de Carlos Menem, que tenía dolarizada su economía, que envío naves a la guerra del Golfo Pérsico y obtuvo como contrapartida el estatus de aliado extra-OTAN para comprar con facilidad material de Defensa y que le permitió endeudarse ante los organismos internacionales con el apoyo de la Casa Blanca, pese a la difícil situación económica. ‘El gobierno de Mauricio Macri irá en esa misma línea’.

POR WALTER SCHMIDT,
AGENCIA DYN

 

La convocatoria  a ‘trabajar juntos’ que hizo Mauricio

Mauricio Macri felicitó ayer a través de Twitter al presidente electo de los EEUU, Donald Trump, y lo convocó a ‘trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos‘. Así lo expresó el jefe de Estado en su cuenta en esa red social, pocas horas después de que se oficializara el resultado de las elecciones celebradas en EEUU.
‘Felicito a @realDonaldTrump en su triunfo y espero que podamos trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos‘, aseveró Macri en su mensaje. De esta forma, se sumó a expresiones vertidas más temprano por la canciller Susana Malcorra en una entrevista con radio Mitre, en la que afirmó que el gobierno argentino buscará una ‘transición lo más rápida y corta posible’ para mantener la agenda común con EEUU. ‘Nos tendremos que adaptar y así lo haremos con responsabilidad institucional’, postuló Malcorra, quien sostuvo que la ‘mayor preocupación‘ del país es que haya ‘una transición en la agenda lo más rápida y corta posible‘ y que el gobierno argentino pueda sentarse ‘con el equipo que Trump defina, para ver qué ajustes ven ellos‘ en la agenda común. 
 

Caída del Merval

Tras un inicio con fuertes pérdidas, los papeles líderes cerraron ayer con una caída de 0,66% en la Bolsa de Comercio porteña, donde el Merval recortó pérdidas pero no logró acompañar a Wall Street, en la rueda posterior al triunfo de Donald Trump en las elecciones de EEUU. 
 

Bajó el dólar

El dólar retrocedió ayer otros 7 centavos y terminó a $ 14,80 para la compra y $15,15 para la venta de acuerdo al promedio que releva el BCRA. En el Banco Nación la divisa hizo un fuerte recorte de 15 centavos para quedar a $14,70 y $15,10 para compra y venta respectivamente.