Una chica le da los últimos retoques a la vestimenta que caracteriza a la comunidad boliviana y que prácticamente está lista para ser estrenada. Un hombre prepara el altar que albergará a la Virgen de Copacabana. Otro grupo de personas no se desprende del celular para confirmar la presencia de danzantes que llegarán de otras provincias para rendir homenaje a la virgen, también conocida como Candelaria. Esto es lo que están viviendo los integrantes de la Asociación Civil Fraternidad Cultural Boliviana Centralista que se encuentra enclavada en el corazón de la Villa Saffe, en Capital. Todo para que el próximo domingo, en la puerta de la Catedral, la gente vea cómo se le danza a esta advocación de la virgen, que es la patrona de Bolivia.

Néstor Mancilla, que pertenece a la comunidad, es uno de los devotos que trabaja arduamente para dejar a punto el altar en el que pondrán la virgen. Mientras tanto, Micaela, una de las hijas, se dedica a dar los últimos detalles al vestuario que ya está listo. Los preparativos llevan cerca de un año. Y para eso, prácticamente transformaron la capilla en un taller de costura. En un salón colocaron mesones que les sirvió para colocar los trajes llenos de lentejuelas. En los días previos a la fiesta, toda la familia de Néstor, pasa varias horas trabajando. Este año a este hombre le tocó afrontar los gastos de la celebración, porque se propuso como pasante, que es la persona que se ofrece para organizar la fiesta. No es fácil reunir el dinero ni ensayar los pasos del baile. Y eso se nota en la cara de cansancio de toda la familia.

Además de los que confeccionan los trajes y preparan la comida, están los danzantes, que son personas que bailan con atuendos típicos de Bolivia (algunos los traen desde allá, otros los fabrican acá), y que tienen alguna promesa que cumplir. También lo hacen para agradecer. Este es el punto más atractivo de la fiesta por su colorido y los trajes impactantes, caracterizados por los toques dorados y plateados.

Este año esperan gente de Córdoba y Mendoza, tal como sucedió en otras ediciones de la fiesta, Catamarca, Buenos Aires y San Luis. Y, según la tradición, los invitados no tienen que gastar dinero en nada.

Todo esto se podrá ver el domingo próximo a partir de las 11. La procesión de los danzantes se hará en la zona aledaña de la Catedral. La patrona de Bolivia llegó a San Juan hace 28 años gracias a Francisco Franco y Sabrina Aguilar. Desde ese momento es que se realiza en esta provincia una fiesta en su honor.