Ante el pedido que describiera la jugada del gol, Héctor Arrigo no pudo hablar porque lo desconcentró Daniel Gómez, que pasó por detrás y tiró un hiriente “suerte”. Se rió y reconoció que el hecho de haber marcado con su pierna derecha, la menos hábil, le da un sabor especial a la conquista. “Uno siempre trabaja en la semana con la de palo y la pude agarrar bien. Incluso tuve otras después, pero como ya me había «equivocado» una vez con la derecha, busqué enganchar para darle con la izquierda y por ahí me abatataba. Pero terminé contento y espero seguir equivocándome”, remató sin dejar de lado el humor. Respecto al partido, Arrigo señaló que se quedó con ganas de haberse llevado el triunfo: “por ahí faltó un poquito de suerte al final. Pero este empate dio confianza para lo que viene. Todavía quedan cinco finales”.