�Había sido la expareja del empresario quien lo denunció en enero pasado en la Policía cuando -según el expediente- luego de un particular episodio con su hijo de casi 3 años: según la mujer, en un momento que el niño debía ir al baño, le preguntó si ella le haría lo mismo que su papá. La expresión del niño, dijeron, tenía un claro condimento sexual. Otros dos hijos adolescentes de la mujer también escucharon a su hermanito, y fue en esa situación que esos chicos también comentaron que habían atravesado supuestas situaciones de abuso a manos del empresario. Cuando los entrevistaron con Cámara Gesell, los niños mayores confirmaron lo que le escucharon decir a su hermanito y detallaron los que le habían pasado a ellos.
Por eso el juez Adárvez ordenó meter preso al bodeguero, quien negó haber cometido tales delitos y cargó las tintas contra su expareja, a quien abiertamente intentó desacreditar.