Señor director: 
Hoy, 8 de noviembre, las urnas en Estados Unidos, darán el veredicto definitivo: Clinton o Trump. Se cerrarán entonces meses de tensión, exabruptos y escándalos. La campaña presidencial ha estado marcada por el juego sucio. El último de ellos, la entrada en escena del director del FBI, a propósito de unos correos electrónicos comprometidos, de los que no se conoce el contenido, que se le imputan a Hillary Clinton. 

Todo lo sucedido no hace más que confirmar la sentencia que dice que "la política es la continuación de la guerra con otros medios". Sobre todo, porque no se trata de una cuestión nacional, sino internacional.