Hacía un momento que Natalia Gutiérrez (27) había bajado del viejo Ford Falcon para ponerse a un costado de la calle con su beba de 6 meses en brazos, mientras su pareja, Fernando Ochoa (25) resolvía qué hacer con el vehículo que detuvo su marcha de repente por falta de combustible. Según la Policía, la versión de la joven pareja ante los uniformados, fue que el auto quedó entre la calle y la banquina, y que habían sentido el sonido de una moto acercándose hasta que fueron testigos de un accidente impresionante. La moto en cuestión terminó estrellándose con la parte trasera del auto, con un resultado desastroso y sangriento, porque el conductor acabó incrustado de cabeza en la luneta del vehículo, tendido sobre el capot. Y, a unos metros, sobre el asfalto, la mujer del motociclista en sus últimos suspiros, a causa de un dañino golpe en su cabeza.

Esa mujer fallecería prácticamente en el acto, confirmaron luego policías de la Seccional 11ma de 9 de Julio al mando del comisario Antonio Pastrán. Se llamaba Sandra Molina Peña, tenía 44 años y era madre de cuatro hijos. Al parecer viajaba sin casco acompañando a su marido, el jornalero Angel ‘El Chito’ Nievas (47), que sufrió fracturas en brazo y pierna izquierdos, también en su pelvis, un corte en la frente y golpes en todo el cuerpo, precisaron fuentes policiales.

Voceros del caso aseguraron que todo ocurrió alrededor de las 19 en calle Zapata, un kilómetro y medio al Norte del centro del departamento 9 de Julio. A esa ahora la pareja con la beba había salido de su casa en el Loteo Palmares y viajaba hacia el Sur a comprarle leche a la criatura. En la misma dirección circulaban Nievas y su señora en una moto Guerrero 150cc de vuelta a su casa en la zona de Las Majaditas, luego de haber realizado unos trámites en Capital. Los testigos, las pericias y otras pruebas, serán claves ahora para establecer responsables.