La oportunidad para el abusador se dio en el inicio del ciclo escolar de 2010. Aquella vez su pareja llevó a su casa a una de las hermanas menores, por entonces de 12 años, marcado retraso mental y madurativo (se comportaba como un niño de 5 o 6 años) y problemas de epilepsia, para que le cuidara dos de sus nenas mientras ella llevaba al jardín a su hija mayor. En principio fue una hora en la mañana todos los días, hasta que la adolescente empezó a quedarse también los fines de semana. Fue entonces que las cosas tomaron un rumbo violento y dañino: su cuñado, un mecánico de 54 años, empezó a violarla hasta embarazarla. En febrero de 2011 nació un varón de ese ultraje.

La contundente prueba de ADN sobre la paternidad de A.C.C. en esa criatura, no le dejó otra alternativa al sospechoso que confesar su autoría en el delito y acordar un juicio abreviado entre su defensor Marcelo Abarca y el fiscal Gustavo Enrique Manini, en el que aceptó una pena de 9 años y 6 meses de cárcel, la misma que le aplicó ayer el juez Arturo Velert Frau (Sala I, Cámara Penal), dijeron fuentes judiciales.

El caso salió a la luz en octubre de 2010, cuando una licenciada en Trabajo Social del Centro Integrador Comunitario (CIC) de Pocito, llegó a la casa de la nena para constatar la versión vecinal de una nena con problemas mentales embarazada. Cuando lo confirmó, personal de ese centro empezó a controlar a la futura mamá y, a su vez, llegaron a la justicia con una denuncia penal ante el fiscal Daniel Guillén.

Pronto se puso al descubierto que el autor del ultraje no era otro que el cuñado de la víctima, un mecánico que había admitido el hecho ante su pareja con el argumento (típico de los abusadores) de que la niña lo provocaba. Esa falsa excusa fue sostenida incluso por la pareja del detenido, quien trató a su hermana de ‘traidora’ por querer quedarse con su ‘marido’.

Sin embargo las pericias psicológicas demostraron que esas actitudes en la nena (que además sufre epilepsia) jamás pudieron producirse, porque presentaba una seria debilidad mental, con un marcado retraso madurativo y problemas para poder expresarse y comunicarse con los demás. Es más, en la entrevista con el método de la cámara Gesell habló de que ‘por la fuerza’ su cuñado la ultrajó como tres veces, amenazándola con golpearla si lo delataba.