La semana que viene, se reunirá la Comisión de Emergencia Agropecuaria -la integra el secretario de Agricultura, los 4 bloques de la Legislatura y asociaciones productivas- para declarar el estado de “Emergencia” o “Desastre” agropecuario. Una u otra denominación depende de la magnitud de los daños, que si superan el 80% será considerado “Desastre”.

Con esto, los productores afectados tendrán beneficios impositivos y quedarán exentos del pago de un puñado de impuestos. Pero la idea del Gobierno va más allá, según contó Alós: “Una vez que tengamos nuestra declaración, queremos golpear puertas en la Nación así conseguimos subsidios para los productores”.