Buenos Aires, 31 de marzo.- Independiente fue claro dominador de todo el clásico, contó con un jugador de ventaja desde los 17 minutos del primer tiempo, y dispuso de no menos de quince oportunidades claras para marcar, pero finalmente debió resignarse al empate final en un gol ante Boca Juniors.

El equipo de Américo Gallego, con un Fabián Vargas que se convirtió en el eje de la circulación, con algunas apariciones de Daniel Montenegro, pagó caro tributo a su imprecisión para definir y se lleva un resultado que para nada lo satisface porque sigue en zona de descenso.

Boca, reducido a diez hombres por la expulsión de Christian Cellay desde muy temprano, se apoyó en la solidez de Agustín Orión, la gran figura de la cancha, contó con la fortuna de que el rival no aprovechara sus notorios desajustes defensivos, aprovechó una situación aislada para sacar ventaja, y después sólo resistió.

Todo el primer tiempo se caracterizó por los gruesos y repetidos errores de Boca en defensa, y por la falta de definición de Independiente. En el primer minuto de juego un pelotazo frontal encontró solo a Juan Caicedo, pero en el mano a mano frente a Agustín Orión, ganó el arquero.

A los 9 minutos Claudio Pérez perdió la posición ante Luciano Leguizamón, le cometió penal, Daniel Montenegro remató muy débil, y Orión contuvo sobre su derecha. Cuatro minutos después, Montenegro llegó al fondo sobre la derecha, tiró el centro atrás, y el cabezazo de Caicedo, sin marcas, resultó desviado.

Como si los problemas defensivos no fueran suficientes, a los 15 minutos, Boca se quedó con un hombre menos. Diego Rodríguez sacó largo y frontal, Christian Cellay perdió frente a Leguizamón, no le quedó otra que cometerle infracción y fue expulsado.

Sobre los 23 minutos, Independiente pudo tener una nueva chance, pero Saúl Laverni no vio una infracción de Orión a Caicedo. Boca volvía a salvarse. Mientras Independiente se perdía goles, Boca apenas llegó dos veces al arco de su rival. A los 4 minutos Santiago Silva cabeceó un centro de Emiliano Albín y convirtió, pero la jugada fue anulada correctamente por offside, y a los 5 con un cabezazo de Pablo Ledesma que contuvo Rodríguez.

Independiente perdonó y a los 38 llegó el gol de Boca. Juan Manuel Martínez ganó una pelota cerca de su arco, alargó para Juan Sánchez Miño, quien recorrió 60 metros, tiró el centro y Silva, nuevamente de cabeza, mandó la pelota al fondo de la red.

Para Boca el suplicio no terminó ahí porque en los últimos cinco minutos dispuso de tres ocasiones para empatar, pero al igual que ante no la embocó.

Independiente salió a jugar el segundo tiempo con una gran determinación, con Lucas Villafañez abierto sobre la derecha, se situó en ataque, y comenzó a crear situaciones de gol. Tal como sucediera en la primera parte. En apenas dos minutos lo tuvieron Mancuello y Leguizamón, pero en ambas ocasiones apareció Orión para frustrarlos.

La resistencia de Boca se terminó a los 17. Orión le tapó un mano a mano a Ernesto Farías, quien estaba en posición adelantada, pero la pelota le cayó a Morel Rodríguez, que con un zurdazo alto y violento, estableció el empate.

De ahí hasta el final nada cambio, Independiente siguió creando situaciones de gol, las cuales no fueron concretadas por las falencias de sus delanteros y las atajadas de Orión. Independiente mereció más, pero no supo embalarla, y Boca lo agradeció.