La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobó ayer una resolución que autoriza un ataque contra Siria por el uso de armas químicas, una victoria política para el presidente Barack Obama en su búsqueda de apoyo contra el gobierno de Bashar Al Assad.

Con 10 votos a favor, 7 en contra y una sola abstención, la comisión aprobó una resolución conjunta que autoriza un ataque militar en Siria por un plazo máximo de 60 días y sin tropas sobre el terreno. Ahora, el pleno del Senado norteamericano someterá la medida a votación la próxima semana, aunque quedará todavía pendiente un voto en la Cámara de Representantes. La de ayer es la primera votación parlamentaria a favor del uso de la fuerza desde octubre de 2002, cuando el Congreso aprobó la invasión de Irak en 2003.

El sábado pasado, Obama pidió la autorización del Congreso para un ataque militar para castigar el uso, que considera probado, de armas químicas por parte del gobierno sirio el 21 de agosto pasado cerca de Damasco, y que, según Washington, dejó más de 1.400 muertos. A través del secretario de Estado, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, la administración Obama argumentó en sendas audiencias ante el Congreso celebradas estos días que ese ataque no puede quedar impune y que la inacción conllevaría consecuencias aún más graves para la región.

Durante la sesión, los miembros de la comisión debatieron y sometieron a voto varias enmiendas para moldear el texto definitivo de la resolución conjunta, con el objetivo de asegurar que, tal como prometió Obama, no habrá tropas estadounidenses sobre el terreno. El texto, que fue acordado el martes, autoriza el uso de la fuerza contra Siria para ‘responder al uso de armas de destrucción masiva por parte del Gobierno sirio‘ en el conflicto civil en ese país; ‘impedir‘ el uso de esas armas para proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados y ‘degradar‘ la capacidad de Siria de usarlas en el futuro.