Buenos Aires.- Investigadores argentinos licenciaron a un laboratorio farmacológico internacional una técnica revolucionaria que modifica genéticamente un virus para que se multiplique ilimitadamente en la célula cancerígena, tratamiento que ensayado en roedores logró inhibir el tumor en todos, y la cura en la mitad.
‘Lo que hacemos es mantenerle la capacidad que tiene de infectar, haciéndola más específica para que reconozca únicamente las células malignas, ámbito en donde el virus se va a empezar a multiplicar sin límite’, contó el biólogo Osvaldo Podhajcer.
El científico dijo que si se extrapolan los datos obtenidos en animales, ‘tenemos prácticamente un 50 por ciento de cura y una inhibición por completo del crecimiento en todos’. Podhajcer enfatizó que ‘es muy difícil extrapolar los datos a seres humanos, en los que es posible que funcione muy bien en algunos, y en otros no funcione, y sabemos que esto es así por los medicamentos, que no funcionan en todos igual’.
La ‘inmunoterapia oncolítica’ es licenciada por el Instituto Leloir y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) a la biotecnológica Unleash Immuno Oncolytics.
‘Si es un éxito y se transforma en medicamento, hemos acordado con esta empresa que va a haber costos especiales para Argentina’ menores a los internacionales, indicó Podhajcer, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular del Instituto Leloir, y director del Consorcio Argentino de Tecnología Genómica.
El virus lleva en su interior un gen que ataca al tumor para eliminarlo, y estimula una respuesta inmunológica secundaria que trabaja sobre las metástasis diseminadas. ‘Va a marcar un hito en la historia de la biotecnología argentina’, calificó Daniel Katzman, dirigente de Unleash, que definió: ‘tomamos la posta, los virus que salen de la mesada del laboratorio, y los llevamos a plantas de producción bajo normas de buenas prácticas clínicas de manufactura, para recibir la aprobación’ de las autoridades regulatoria.
Katzman confesó unas ‘expectativas enormes, porque es un tratamiento totalmente innovador, de vanguardia, que es lo que están buscando las grandes compañías farmacéuticas, y queremos llevarlo al próximo paso, que es el ensayo clínico en humanos, lo que va a demorar unos tres años de trabajo duro’.
El flamante presidente del CONICET, Alejandro Cecatto, manifestó su intención de ‘trabajar fuertemente en la consolidación del proceso de transferencia y devolución del conocimiento a la sociedad en general, al sistema productivo y a grupos con determinadas necesidades en particular’. Cecatto, ex secretario de Articulación del ministerio de Ciencia y Tecnología, consideró que ‘el que recepciona los beneficios de la ciencia y la tecnología que produce CONICET tiene que ser el país en su conjunto, y toda su población’. ‘Lo nuestro está dirigido a algunos tipos de tumores en particular, lo hemos testeado en cáncer de ovario y en melanoma’, contó Podhajcer.
La nueva técnica alcanzada por los investigadores argentinos, ‘de hacer modificaciones adrede, diseñando organismos para garantizar beneficios, implica una revolución biológica que va a traer enormes consecuencias’, definió el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.