Los fabricantes nacionales de computadoras de escritorio, tablets y notebooks están en pie de guerra contra el Gobierno, por la decisión oficial de eliminar el 35% de arancel a la importación de esos equipos, a partir de marzo del año que viene.
 

“No pueden poner en un mismo ring a una empresa china y a una argentina. Con arancel cero es imposible competir, le dan un certificado de defunción a la industria informática de producción nacional”, dijo Carlos Suaya, presidente de PC Arts (Banghó), en su planta de la provincia de Buenos Aires, donde fabrican 200.000 equipos al año. Hasta allí también se acercó el presidente de EXO, Luis Szychowski, quien comparte los reclamos de su competidor: “Permitir la libre importación de computadoras con arancel cero es destruir a la industria nacional”, agregó.
 

El gobierno anunció hace dos semanas que con esa medida se van a perder en forma inmediata 1.000 puestos de trabajo del sector informático, pero dijo que se van a generar 15.000 nuevos empleos, en un plazo de tres años, por la mejora en la competitividad de la economía. Sin embargo, Carlos Scimone, gerente de la Cámara de empresas del sector (CAMOCA), refutó esas cifras y dijo que “ya se perdieron mil puestos de trabajo, por la caída del consumo y la apertura de la importación, pero se perderían unos 10.000 empleos con la eliminación del arancel a la importación”.
 

El secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó que el precio de una computadora en la Argentina es un 50% más caro que en Chile, donde no hay fabricantes locales, y un 175% más caro que en EE.UU. “Con la eliminación del arancel a la importación de esos equipos, que actualmente es del 35%, los precios van a bajar un 50% y va a haber mejor calidad y cantidad de equipos”, dijo el funcionario.
 

Los empresarios nacionales salieron con los tapones de punta contra la decisión oficial de eliminar los aranceles del 35% a la importación de equipos informáticos. "Nuestras empresas son nuestra vida, no podemos dejar que las maten, por una decisión de política oficial", dijeron. Y decidieron poner la cara, sin miedos, para debatir públicamente cuál es la mejor solución.
 

Fuente: Clarín