El año pasado, los asaltados fueron una jovencita y dos niños. Ayer la historia se repitió con otro golpe armado en el mismo negocio, pero esta vez estaba el dueño, un agente de la Brigada de Investigaciones, que enfrentó a golpe de puños a los ladrones y le terminaron largando un tiro. El disparo pasó cerca del policía y pegó en una caramelera, mientras que los delincuentes escaparon en moto llevándose solamente 100 pesos de ese local de Rawson.
Este último asalto, perpetrado ayer a las 10.30 en el locutorio y cyber de calle José María Paz en Villa San Damián, desmoralizó del todo al agente Martín Páez y a su novia Noelia Peláez que decidieron cerrar el negocio. Es que el 15 de octubre del año pasado, ya los habían asaltado. En aquella ocasión entraron dos ladrones y amenazaron con armas a la hermana de Páez, de 15 años, y a dos niños que jugaban en las computadoras, para luego alzarse con 3.000 pesos, cigarrillos y golosinas.
Ayer, la cosa fue distinta porque justo estaba el agente Martín Páez atendiendo su negocio cuando ingresaron dos ladrones. La única cliente era una chica, quien se escondió debajo de la mesa de una computadora. Uno de los sujetos encañonó con una pistola 9 milímetros al policía, pero éste en vez de intimidarse se le tiró encima y empezó a forcejear con el ladrón. Ambos cayeron al piso y en medio de la pelea, el delincuente logró tirarle el arma a su cómplice, que para entonces había sacado 100 pesos de la caja, relató Noelia Páez. Fue ahí que ese otro asaltante le largó un disparo a Páez. El proyectil pasó a centímetros del policía, pero impactó en una caramelera. En esos momentos de confusión, los delincuentes corrieron a la calle y se subieron en una moto 110cc. para darse a la fuga. El policía salió detrás de ellos con la intención de perseguirlos, pero como estaba a pie no pudo alcanzarlos.