La billetera del Estado a disposición del plan platita al que apostó todas sus fichas el candidato del oficialismo esta vez no alcanzó. Tampoco el acompañamiento masivo desde todos los ámbitos de la sociedad, la defensa del Estado activo a favor del bienestar, ni la campaña del miedo. La vocación de cambio de una mayoría de los argentinos quedó plasmada ayer en las urnas con un rotundo triunfo del candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, que sacó su boleto a la Casa Rosada con más de 55% de los votos con una ventaja de más de 10 puntos sobre el candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa (44%).
Así, en el país se producirá un fuerte cambio de paradigma en el Estado y en la política ya que se interrumpe la hegemonía peronista que gobernó 16 de los últimos 20 años y que había alternado el poder sólo una vez con Juntos por el Cambio cuando, en el primer balotaje en la historia democrática de Argentina, Mauricio Macri venció a Daniel Scioli.
En un día histórico, el segundo balotaje que se disputó en la Argentina en 40 años de democracia depositó en la cumbre del poder por primera vez a un partido de ultraderecha y de la mano de un outsider de la política que se convirtió en presidente en su primer intento. Pero a Milei no le espera una tarea fácil. Desde hoy tendrá que lidiar con la reacción de los mercados, aturdidos con su propuesta de dolarización y de eliminación del Banco Central y otras propuestas explosivas y de shock y tendrá tan sólo veinte días para armar los equipos que lo acompañarán desde los distintos ministerios de su gabinete.
Lo más importante será revelar cuanto antes el nombre de quién será el ministro de Economía, un dato clave para el mercado y los empresarios. Según lo que hasta ahora trascendió, el jefe de Gabinete será Nicolás Posse, a Relaciones Exteriores irá Diana Mondino y Guillermo Francos suena para el Ministerio del Interior. Otro incógnita es quién estará a cargo de Seguridad. Además, aunque no lo blanquearon, el acuerdo con el Pro de Mauricio Macri y Patricia Bullrich promete incluir el reparto de cargos.
En el medio, deberá convivir con una transición que, a priori, no sería fácil. En sus primeras definiciones tras la derrota, Sergio Massa afirmó que la economía del país, a partir de "mañana (por hoy), es responsabilidad del presidente electo". Toda una definición de parte del responsable del rumbo del país desde hace 16 meses en los que perdió por varios cuerpos la carrera contra la inflación y que desde que asumió al frente del Palacio de Hacienda licuó las reservas del Banco Central hasta llevar a un saldo negativo de unos U$S 7.000 millones.
El referente de La Libertad Avanza asumirá la Presidencia el 10 de diciembre desprovisto de poder político propio a lo largo del país. Se convertirá en presidente sin tener un solo gobernador o intendente de su signo político y con una debilidad parlamentaria que intentará ser atenuada por el sector del Pro que lo apoyó, llevado por el expresidente Mauricio Macri y la excandidata Patricia Bullrich, tras la derrota de Juntos por el Cambio en la generales de octubre.
En un escenario que pintaba mal desde las 15 para Massa con las revelaciones de los bocas de urna que los medios iban dando a conocer con metáforas y otros recursos, y después confirmadas con las mesas testigos, el ministro de Economía sorprendió al irrumpir ante las cámaras a las 20,10 para reconocer su derrota cuando todavía no se conocían los resultados oficiales. Y hasta puso en duda su futuro en la política. Fue un mazazo inesperado para el tigrense, un peronista moderado que vio frustrado el sueño de ser presidente que persigue desde niño y pone en terapia intensiva al peronismo, especialmente al kirchnerismo, que se queda con la provincia de Buenos Aires como único bastión.
"Necesitará apoyo"
Mauricio Macri expresó anoche que con la elección de Javier Milei como presidente "comienza una nueva época", al tiempo que alertó que su Gobierno "necesitará apoyo, confianza y paciencia" y pidió a los argentinos "no ceder ante la lucha que significará cambiar de verdad".
El libertario arrasó en casi todo el país
El candidato libertario dio vuelta el resultado de las generales del 22 de octubre gracias a un apoyo clave de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y buena parte del interior del país, incluso en bastiones de tradición peronista en el norte del país donde cosechó más votos de los imaginados. También hizo una impensada elección en la provincia de Buenos Aires -que ostenta el 37% del padrón electoral del país- donde Sergio Massa cosechó el 50,77% de los votos contra el 49,22% de Javier Milei.
De los 24 distritos electorales, Milei sólo perdió en Formosa, Santiago del Estero y la provincia de Buenos Aires. En Córdoba, la provincia a la que apostó todo Milei para ganar como lo hizo Mauricio Macri en 2015, no lo defraudó ya que allí sacó el 74,1% de los votos contra el 25,9% de Massa, lo que habilitó a los libertarios locales a festejar el triunfo en las calles. Milei obtuvo 1.599.565 votos y Massa 559.019, en tanto la participación de votantes fue del 75,1%.
Los votos de Patricia Bullrich y de Juan Schiaretti fueron clave para llevar al candidato de la LLA a la Casa Rosada.