En el mismo fallo que ordenó reabrir la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y otras personas por encubrir a los supuestos autores del atentado contra la AMIA, la Sala I de Casación Penal apartó al juez Daniel Rafecas del expediente y ordenó sortear nuevamente la denuncia. Al mismo tiempo, el tribunal apartó a los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal, la misma que desestimó la denuncia en su momento. A esto se suma que la Sala I de la Cámara de Casación cambiará su integración para las próximas apelaciones. Es un nuevo comienzo, a casi dos años de la denuncia, con nuevos jueces en todas las instancias.
El fallo cuestiona el rol de Rafecas, quien desestimó la denuncia en dos ocasiones. Para los jueces, con esa decisión el magistrado "no cumplió con las exigencias de fundamentación" previstas en el Código Procesal Penal. "Desconoció que la denuncia formulada cumplía con los parámetros exigibles para dar inicio a una investigación: verosímil (de acuerdo a los indicios que la sustentaban), plausible (de acuerdo a las reglas de la lógica y la experiencia común) y coherente", dice el fallo. Y agrega: "En el caso de autos, se pretendió exigirle a una denuncia más de lo que debe contener".
Para los camaristas, Rafecas le exigió a la denuncia más de lo que debía contener. "Para que con anterioridad a efectuar una investigación se desestime la denuncia interpuesta, no puede quedar resquicio de duda, discusión jurídica o prueba pendiente de producción y la atipicidad debe surgir palmaria", destaca el fallo.
Además de Rafecas, también quedaron apartados para intervenir en el caso los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero (el tercer integrante es el subrogante Leopoldo Bruglia). A partir de ahora, las apelaciones tramitarán ante la Sala II, que siempre fue más independiente del kirchnerismo.
La Cámara de Casación advirtió que el hecho de que la desestimación de la denuncia de Nisman haya sido "arbitraria y prematura impide que los magistrados que adoptaron dicha decisión continúen interviniendo en las presentes actuaciones por imperio del art. 173 del C.P.P.N. y para garantizar la imparcialidad del juzgador". Frente ello, concluyó que "corresponde disponer su apartamiento".
También cambiará la integración de la Sala I de Casación. Borisnky y Hornos ya no podrá intervenir. Siete de los nueve jueces de la Cámara de Casación votaron hace tres semanas que a partir del 1 de enero los reemplacen Eduardo Riggi y Liliana Catucci, quienes se sumarán a Ana María Figueroa, muy cercana a los K.
Infobae