En el puerto fueguino recala más del 90 por ciento de las embarcaciones mundiales que tienen como meta descubrir el gélido continente austral. Hasta fines de marzo de cada año, esta ciudad, capital de Tierra del Fuego suma a su múltiple oferta turística la posibilidad de aventurarse hacia el denominado +continente blanco+, el desolado territorio ubicado en el extremo sur del globo terráqueo.
En el puerto de Ushuaia anclan más del 90 por ciento de las embarcaciones mundiales que ponen proa hacia ese destino. En la temporada 2010-2011 Ushuaia recibirá 45 cruceros turísticos, 31 de ellos antárticos. Esta clase de turismo moviliza a amantes de la naturaleza de diversas latitudes, quienes llegan en busca de una increíble biodiversidad y escenarios de belleza virgen.
En su extensa superficie de 14.000.000 km2, cubierta por glaciares en casi su totalidad, conviven cuatro especies de pingüinos: adelia, barbijo, papua y emperador, además de albatros, petreles, pardelas, skuas, gaviotines, cormoranes y palomas antárticas. Por otra parte, el mar que la rodea está poblado por diversos tipos de ballenas.
Dentro de los singulares espectáculos que regala la Antártida a sus visitantes, se encuentran las experiencias de poder contemplar focas y elefantes marinos durante toda la temporada; apareamientos de pingüinos y sus pichones que comienzan a aparecer a finales de diciembre; y grupos familiares de ballenas que se visualizan con mayor frecuencia entre enero y marzo.
Para explorar esas maravillas australes pueden emprenderse itinerarios que varían entre diez y veinte días. Los más cortos tienen como destino a la Península Antártica y las Shetland del Sur, mientras que los más extensos incluyen también las islas Malvinas y Georgias del Sur.
También existe diversidad en cuanto al tipo de embarcaciones -cruceros de lujo y buques de casco reforzado o rompehielos- que pueden transportar entre 50 y 500 pasajeros. Ambos estilos de barcos ofrecen la posibilidad de realizar descensos en botes de goma muy resistentes, llamados zodiacs.
El continente blanco depara tres circuitos: al Noroeste de la Península Antártica se encuentra el archipiélago de la Isla Elefante e Islas Shetland del Sur, el área más cálida y colorida de esas tierras, con más de una decena de lugares para visitar donde se combinan glaciares, montañas y fiordos.
Allí el viajero se sorprenderá al divisar en las costas rocosas conjuntos de líquenes, musgos e incluso dos especies de flores. Numerosas colonias de pingüinos de las especies Adelia, Papúa y de Barbijo escogen esta ribera durante el verano.
Por su parte, la región Noreste de la Península Antártica alberga impresionantes bloques de hielo y la famosa Base Esperanza, estación científica de Argentina. En materia de naturaleza es factible de reconocer una gran población de pingüinos y diferentes especies de petreles.
Finalmente, la costa Oeste de la Península Antártica presenta extensos estrechos, islas montañosas con altas cumbres, bahías protegidas y angostos canales. Dentro de los puntos factibles de visitar se destacan Bahía Paraíso, Puerto Locroy, Canal Lemaire, famoso por la belleza de su paisaje y por la presencia de numerosas ballenas.