La reforma de la Carta Orgánica en Rivadavia volvió a desatar diferencias y a separar a la intendenta Ana María López del diputado departamental, José Soria. El fin de semana, la jefa comunal le aseguró a DIARIO DE CUYO que quiere modificar la norma que rige al distrito y que, entre otras medidas, planea llevar de 10 a 12 el número de concejales. Ante la consulta, el legislador opinó con dureza y apuntó al corazón del engranaje municipal: “Ese incremento no me asegura una mayor prestación de servicios para los vecinos. Lo único que garantiza es más gasto político”, disparó.
No es la primera vez que Soria, quien fue intendente, se muestra en desacuerdo de iniciativas que lleva adelante la comuna. En mayo del año pasado, el diputado se manifestó en contra de un adicional que impulsó el Ejecutivo municipal para aquellos trabajadores que vinieran del sector privado y que al ingresar a la planta política, vieran reducidos sus sueldos en comparación al salario que tenían en su actividad profesional. Y en diciembre pasado expresó su molestia cuando los concejales rivadavienses publicaron una solicitada en la que le reclamaban a los legisladores que pelearon por mayor coparticipación para el departamento. “Las ineficiencias propias se las quieren trasladar a los que no tienen nada que ver con la gestión municipal”, afirmó en ese momento.
Tanto Ana María como Soria forman parte del cóctel que el Frente para la Victoria armó en la comuna para triunfar en las elecciones 2011. La Intendenta cuenta con su propio partido, el Popular Participativo, al igual que Soria, quien forjó hace años a Unidad y Progreso (ver recuadro). Y aunque ambos integran el oficialismo, los chispazos son evidentes.
La última diferencia nació de la reforma de la Carta Orgánica, ya que la misma señala que pasados 20 años de su sanción, el Intendente de turno “convocará a elecciones de convencionales en forma automática para su revisión”. En ese marco, Ana María destacó que las necesidades del departamento han crecido, “por lo que se hace necesario aumentar la cantidad de concejales”. Para ello, se debe disminuir el piso de designación de ediles, que actualmente es de 1 concejal por cada 15 mil habitantes. Pero el diputado retrucó que para lograr eso, se debe modificar la Constitución Provincial, que es la que fija ese parámetro. Además, resaltó que con más concejales no se asegura una mejor prestación de servicio sino que se aumenta el gasto político.