El ministro turco de Sanidad, Mehmet Muezzinoglu, informó que al menos 34 personas murieron ayer al explotar un coche bomba suicida en el centro de Ankara, mientras que 125 transeúntes resultaron heridos, de ellos 19 están en estado crítico. La explosión se produjo en la céntrica plaza de Kizilay, en los alrededores de una comisaría.