Los datos de este último Boletín muestran "una epidemia bastante estable; sin embargo, si comparamos las estadísticas con años anteriores encontramos que mientras la tasa por mil habitantes de la población de varones entre 15 y 24 era en 2006/2007 de 27,4, en el período 2013/2014 se incrementó a 37; en tanto en la franja de 50-54 pasaron de 20,8 a 23", explicó Carlos Zala, responsable de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación.
 

Zala añadió que “a su vez, notamos que hay incremento en los nuevos diagnósticos en estos dos grupos (varones jóvenes y mayores de 50), incluso a medida que aumenta la edad. Esto puede indicar que son infecciones recientes o que son antiguas pero que recién se detectan. Lo cierto es que si uno mira la epidemia se ha repartido en todos los grupos etarios y va dejando de estar concentrada en los adultos jóvenes”.
 

El aumento de las personas mayores de 50 años con VIH es un fenómeno mundial: estadísticas oficiales de Australia, Reino Unido y Estados Unidos revelaron que esta población se duplicó entre 2001 y 2011.
 

 

“Las causas de este fenómeno son múltiples, por un lado las personas mayores ven al sida como una enfermedad de los jóvenes, tienen menos cultura del uso del preservativo, tienen relaciones sexuales cada vez hasta edad más avanzada (en parte gracias a las medicaciones), etc”, describió Cassetti. 
 

En Argentina, más del 20% de las personas con VIH tiene más de 50 años; y casi la mitad de ellos llegaron en forma tardía al diagnóstico, es decir, en estadios avanzados de la enfermedad. El informe estimó que en Argentina hay unas 120 mil personas viviendo con VIH, de las cuales el 30% lo desconoce, cifras que se mantuvieron estables desde el año pasado. 
 

Otro tema pendiente es la reducción de la transmisión vertical, es decir, la que se da de madre a hijo durante la gestación, el parto o la lactancia: “Encontramos que 5,2 de cada cien bebés de madres con VIH adquieren el virus y se debe reducir esa tasa”, afirmó Zala.
 

Para 2020, los países de América Latina y el Caribe se comprometieron a aumentar al 90% la proporción de personas con VIH que conocen su diagnóstico, a incrementar al 90% aquellas bajo tratamiento antirretroviral, y a que el 90% bajo tratamiento tenga carga viral indetectable.

Fuente: Télam